miércoles, 27 de abril de 2016

342.- LOS BUNKERS DEL CARMEL







Hace varias semanas visité este lugar, situado en "El Turò de la Rovira". Turò en catalán significa cerro en español.
Había leído varios artículos y reseñas de este lugar que aparece cada vez más como lugar recomendado para visitar en Barcelona. Esta visita se aconseja por las estupendas vistas de la ciudad en días despejados y noches estrelladas.
El Turò de la Rovira se eleva 262 metros por encima de Barcelona.
Antes de 1886 fue una zona eminentemente agrícola y fue en ese año cuando se construyó un depósito de la Compañía de Aguas de Barcelona.
Durante la Guerra Civil, el ejército republicano instaló allí una batería antiaérea.
En la posguerra se aprovecharon las estructuras militares abandonadas, para levantar el barrio de barracas "Los Cañones", que estuvo habitado hasta 1990.
Este espacio es ahora un enclave más de la Historia y el patrimonio de Barcelona.
Si vienes de visita a Barcelona, lo recomiendo como destino secundario, después de ver otros lugares de más interés y si te sobra el tiempo,  aunque esto del turismo es muy personal y no deberíamos dejarnos llevar por las guías clásicas que siempre nos dirigen a "guirilandia".
Si vives en Barcelona y aún no lo has visitado, lo recomiendo mucho. Es de fácil acceso y se puede llegar en el autobús V17 y bajar en la última parada "Gran Vista - Plaza de la media Luna", desde allí te espera un camino empinado de apróximadamente 15 minutos, tras los cuáles estarás con Barcelona a tus pies, con una vista de 360º sobre la ciudad.
El día que fuí no estaba del todo despejado , pero aún así valió la pena. Espero volver de noche para ver Barcelona iluminada.
Las fotos no son del todo claras y además de las vistas panorámicas aproveché para tomas otras fotos que reflejan la cotidianeidad de las casas, balcones y terrados.






sábado, 23 de abril de 2016

341.- CAROL O EL PRECIO DE LA SAL


Leí este libro de Patricia Highsmith hace muchos años y me parece una obra de referencia para el colectivo lésbico y que se salía de la norma que por aquel entonces, cuando yo lo leí y aún más cuando se escribió, de finales trágicos para las mujeres lesbianas que aparecían en la literatura contemporánea. 
Eran asesinadas y suicidadas, dando los autores medidas disciplinarias ejemplares a quienes no cumplían con la heteronormatividad.
En 1951, cuando se publicó con seudónimo, era relativamente habitual que algunas mujeres lesbianas se casaran con hombres, como medida de distracción de la lesbofobia. Los problemas graves se daban cuando se descubría la orientación sexual de estas señoras y eran repudiadas por sus maridos y rechazadas y estigmatizadas por la sociedad.


Cuando existían hijos e hijas del matrimonio, la situación se complicaba mucho, ya que en muchísimos casos el hombre amenazaba con retirar la custodia de los niños y las niñas a la madre e incluso prohibían cualquier tipo de contacto con ellos/as. La mujer por miedo renunciaba a sus hijos y en muchas ocasiones convencida de que su influencia podía ser negativa para ellos/as.
En 1989 se reeditó y se cambió el título original "El precio de la sal" por "Carol". Debió de parecerles a los editores más comercial y más simple, que lo es.
La película está bien, lenta, bonita fotografía, protagonistas guapísimas y fiel a la obra en la que está basada.



Maravillosas Cate Blanchett  y Rooney Mara.
Recomiendo verla, aunque mejor leer el libro.



jueves, 21 de abril de 2016

340.- AMORES DE TUPPER


Esos recipientes casi siempre de plástico que cuesta apilar y guardar sin que ocupen demasiado sitio y sin que se desmorone la torre mal apilada en un rincón de la alacena.
Esos cacharritos que compramos por impulso y que se multiplican en el armario sin que nos lo podamos explicar, que hay que lavar con agua muy caliente y mucho jabón para que no queden grasientos,que pierden las tapas casi a la misma velocidad que los calcetines en la lavadora y que viajan de casa en casa con bocados suculentos y sobre todo muy amorosos.
El/la emisor/a elabora una perfecta mezcla de cariño, preocupación, cuidado, mimo y gastronomía. El receptor/a se siente obsequiado/a, cuidado/a, mimado/a y libre de tener que cocinar.


Tuppers de paella y arroces varios que nos invitan a probar y evaluar los avances de quien los cocina, caldos de pollo y gallina para enfermos/as que necesitan un reconstituyente calorcito estomacal, arroz con leche y natillas para las recién paridas, rosquillas, polvorones, panellets y cualquier otro dulce casero propio de fechas festivas y locales.
Los tuppers son, en muchos casos, envases de cariño y amor y deben ser siempre agradecidos, valorados y devueltos.


Si somos nosotras quienes los preparamos para otras personas debemos observar ciertas normas no escritas hasta ahora y que propongo desde aquí.
Nunca prepares tuppers para otras porque te sobra comida y no la quieres tirar, la cantidad de comida debe ser proporcionada, mejor poco que excesivo, recién hecha a ser posible y nunca congelado, siempre cosas que nos gustan mucho a nosotras y nunca experimentos y siempre siempre, poniendo mucho amor en la preparación y la entrega.
Siempre que devuelvo un tupper vacío de comida, lo lleno de agradecimiento y cariño y pongo dentro un papelito que dice "gracias".


miércoles, 13 de abril de 2016

339.- VIVIR DESPACIO

No tengo ninguna duda sobre lo rápido que pasa mi tiempo y que yo soy la culpable de ello. Espero el día libre, calculo cuánto queda para alguna celebración, salida, evento o lo que sea, pero todo ello implica tiempo y llega y pasa.
Este año comenzó con cava y doce trocitos de falso regaliz rojo.


También el reto de las 366 palabras está contribuyendo a la alta velocidad de este año, y como digo siempre aunque sea 8 de enero, las navidades las tenemos encima.
El reto que expliqué aquí y del que tendré que volver a escribir, porque está evolucionando de forma algo diferente a mi primera idea, me tiene encantada.
De pequeña me decían que se me paseaba el alma por el cuerpo, una expresión que no se si muchas conoceréis, pero con la que yo no me identificaba, ahora debo reconocer que en aquel tiempo pocas cosas me hacían correr.
Y me encantaría que mi alma volviera a transitar despacito por mi cuerpo, tomarme el tiempo que me diera la gana para hacer las cosas que me gustan, no mirar el reloj y no pensar en lo que tengo que hacer mañana, las listas aburridas de cosas pendientes y el futuro que poco importa. 
Todas terminaremos aquí o en algún lugar parecido en el que ni siquiera estaremos.


La moda, que se atribuye la absurda tribu "hipster", del "slow food" y que ya se conoce hace décadas en forma de "slow coocking" gracias a la "CrockPot", artefacto del que ya hablé aquí , y que está contribuyendo a hacerme entender que las cosas que se hacen lentamente, sin prisas y con mimo, salen siempre mejor que las que realizamos con prisa y sin cuidado.
¿Cómo vamos a obtener el mismo resultado en una olla superrápida que en una olla de cocción lenta? ¿Cómo se puede obtener el mismo sabor de un estofado hecho en 45 minutos que preparado durante 12 ó 24 horas? Imposible.




Decidirnos por una olla superrápida u optar por una CrockPot es difícil, hay que pensar en las cantidades que necesitaremos según el número de personas que comen a diario con nosotras, tuppers, congelador, ayudarnos de algún auxiliar como la Thermomix, y nuevas recetas adaptadas al método de cocción elegido. 
Aprender a vivir despacio no es sencillo y el aprendizaje nos llevará toda la vida, pero esa vida lenta es sin duda mejor que esa otra rápida que no nos dejará ver el paisaje ni nada de lo que nos rodea y del que es imprescindible disfrutar para alcanzar cierta felicidad.
De vez en cuando alguna barbacoa también viene muy bien, éstas son como el polvo del domingo por la mañana, con sueño aún pero caliente y con sabor, mucho sabor.



Porque un festín gastronómico y sibarita no amarga a nadie. 

ACLARACIÓN: no soy vegetariana ni vegana. Como omnívora, debo decir que nunca
será igual comer que colgarse un abrigo de pieles de animales que han sido desollados exclusivamente para que alguna descerebrada se luzca.

Y después un buen desayuno con o sin kiwi, que algunas conozco que lo comen sin parar por el tema de la lentitud intestinal (eso es otro tema). Yo con el kiwi tengo cierta prevención, si abusas se te queda cara ácida. Cuidado entonces y desayuna tranquilamente.


Otra moda que también se creen los y las "hipsters" que es propia e inventada por ellas, es la de los zumos verdes, y no, no es cierto.
Me encantan y el color verde no es de kiwi, es de espinacas. Mi receta: 200 grs de espinacas frescas (no congeladas que sueltan mucha agua), genjibre rallado según nos guste más o menos su sabor, yo pongo una cucharada de café, el zumo de un limón y el de una naranja, dos rodajas de piña natural y 50 ml de agua mineral.


Y me lo tomo despacito, leyendo o viendo alguna película o simplemente pensando en tonterías que no recordaré cuando el vaso esté ya vacío.

No me voy a sumar a las colas absurdas para comer comida recalentada en "food trucks", que el "pulled pork" me lo preparo yo en 8 horitas y el Ramen en 24.


Este es de Grasshopper, mi restaurante favorito de Ramen cuando  me viene una urgencia oriental, está en El Born de Barcelona, muy cerca de casa.
Y esta es otra. El tiempo que empleamos en ir lejísimos a comer e incluso a echar un casquete, cuando muy cerca tenemos más y mejor.



Y para acabar con algo tan sencillo como un buen vino y poco más. Vivamos tranquilas, lentamente, sin prisas, disfrutando todo, porque no hay nada más.
















lunes, 11 de abril de 2016

338.- POLLOS SIN CABEZA


La compañía de teatro amateur "Pollos sin cabeza" nace en Poblenou, un barrio de la ciudad de Barcelona, y se encuadra dentro de la Asociación Cultural y Social Bac de  Roda.
He tenido la suerte, que siempre es tan casual, de conocer a las personas que integran esta compañía teatral en "El Bombín Bar Bodega".
Hace unos meses comenzaron a ir después de los ensayos, y poco a poco se fue entablando una relación cordial cada vez más próxima.
Vida estuvo en la representación de la obra "Días Estupendos" de Alfredo Sanzol, en el teatro del Centro Cívico Can Felipa, y le pareció interesante, divertida y con un destacado nivel artístico.
Por todo ello, Vida y yo consideramos que sería estupendo que actuaran en "El Bombín Bar Bodega" y se sumaran a los domingos de "Vermut y Música" que se organizan en el local, y en este caso se apostara por el teatro.
Debido a las características de la obra de Sanzol, dividida en diferentes escenas de una duración de entre cinco o siete minutos cada una y las características físicas del local, pensamos ellos y nosotras que podría ser una ocasión estupenda de sacar el teatro de los escenarios tradicionales y llevarlo a un espacio menos formal y en el que el público se mezclara físicamente con las actrices y los actores.
El domingo 13 de marzo los "Pollos sin Cabeza"  representaron con gran éxito varias de las escenas que conforman la obra  "Días Estupendos" y tanto ellos y ellas como nosotras, podemos decir que se produjo una importante sinergia entre todas las personas que asistimos a la representación junto con la compañía teatral.
Al buen hacer de las actrices y los actores, hay que sumar como cifra clave, la figura de la directora de esta compañía amateur, que apunta maneras de auténticos profesionales de la escena.
Helena Escuté, licenciada en Interpretación y Movimiento por el Institut del Teatre de Barcelona y la Royal Welsh School of Music and Drama. Profesional en continua evolución formativa y participativa en diferentes montajes, como directora, docente y actriz.
Las actrices de esta compañía son Carme Fabregat y Laura Mencía y los actores Xavier Arroyo, Esteban Gallego y Román Zabal. Todas estas personas acumulan un importante y variado bagage formativo y tienen como denominador común el amor por la interpretación y las artes en general.
Fuera de lo profesional, lo amateur, la vocación y la devoción, sólo puedo decir que estos seis "Pollos sin Cabeza" forman un equipo, un grupo de amigos y amigas que se quieren, se apoyan, se divierten y comparten una parte muy importante de sus vidas.






viernes, 1 de abril de 2016

337.- LA RIBERA. GASTRONOMÍA EN BARCELONA.


La Ribera es un local situado frente al antiguo Mercado de El Born, ahora Born CCM, Centre de Cultura i Memoria, y fundada en 1941, es de los pocos comercios que quedaron cuando el antiguo cerró y la central de abastos se trasladó a Mercabarna.

Fundada en 1941, La Ribera es una tienda de esas de toda la vida. Un colmado en el que encuentras salazones, especialmente bacalao en diferentes cortes, arenques y sardinas.





Encurtidos varios entre los que destacan más de cuarenta variedades de aceitunas de múltiples procedencias y aliños.





Conservas de primera calidad, quesos, embutidos, vinos, cavas y vermuts.
Un paraíso para sibaritas con el sabor de lo antiguo bien hecho y sin ninguna necesidad de guiños hipster o foodies.

Templo para organizar un completo y perfecto vermut en casa y central de avituallamiento de buenos locales preocupados por ofrecer lo mejor a sus clientes.
El personal es eficaz y amable, abren de lunes a viernes.