Ya falta menos para el otoño, y se nota. Las noches son más frescas y apetece algún jersey, foulard o rebequita.
Y como yo no soy demasiado previsora, el jueves salí sin nada de abrigo y me he puesto mala, así que estoy desde el viernes tirada como una colilla, tomando Couldina, durmiendo y sin ganas de nada.
Pero me queda un poquito de tiempo y lucidez para dejar alguna entrada, y qué mejor para estos incipientes fríos, las gripes y los catarros, que algo calentito.
Sopita de pollo y carne, con unas hebras de azafrán.
Ropa vieja al estilo de mi abuela materna.
La servilletas son regalo de Merijop y su esposa, y es una Lola rompiendo con el género. Si es que la perrita nos está saliendo espabiladísima.
Gracias VIDA, por cuidarme.
5 comentarios:
¡Mejórate, amiga!... Aunque todo puede disfrutarse.Un beso.
Ahora es época total de constipados.. ni frío ni calor.... ays! que lástima que se me va mi querido verano...
Cuídate mucho!
Las servilletas no pueden ser más auténticas, jajaja, me daría pena utilizarlas.
Besos!!
Mejórate, Conchy, guapa, y disfruta de que te cuiden!
Mua.
Mejorate....
Besos
AMO la servilleta jajaja Y las sopas, y el otoño, con sus bufandas ligeritas y sus jerseys o sudaderas :)
¡Mejórate pronto!
Un besito, Conchy.
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