lunes, 23 de septiembre de 2019

530.- OTOÑO.

Por fin. Aunque aún no haga frío, ni siquiera fresco, pero ya está aquí, ya ha llegado el otoño.


Mi estación favorita, aunque no viva en un lugar en el que se noten los cambios, que se suponen llevan aparejados las estaciones del año.

Una de los motivos por los que me gusta el otoño es porque por fin se acaba el verano que detesto, y porque en otoño comienzan muchas cosas, es época de estrenos, de inauguraciones. Es también época de ilusiones y esperanzas. Las navidades ya están a la vuelta de la esquina. Las medias y las botas aguardan las primeras lluvias, los jerseys salen de los altillos de los armarios, el sofá y la manta retoman su idilio bruscamente interrumpido en mayo.

Castañas, pasteles, asados y caldos.




Finaos, halloween, calabazas, buñuelos y panellets.


Paseos por el campo y cerca del mar, con el pelo alborotado y sudadera calentita. Lola corriendo a mi lado con su chandal y su anorak.

Salidas al mercado los sábados por la mañana, colada los domingos al sol ( si sale) y película con Lola acurrucadas en nuestro sofá.


Alguna mirada de reojo hacia atrás, aún con cierto miedo, pero la mayoría al frente, amplias e ilusionadas.

Este otoño promete, y con constancia y esfuerzo, todo se consigue.

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