El concepto de "rentrée", lo descubrí hace muchos años, cuando vivía en París. Y cómo ya todas sabréis, porque cada vez es más frecuente su uso aquí, se trata de la vuelta, del regreso. Se utiliza en septiembre, porque es el mes en el que se supone volvemos al trabajo (quien lo tiene), al colegio, a la universidad, a la rutina, los horarios de comidas, cenas y a los fines de semana deseados.
Podría parecer que a mi no debería gustarme la rentrée, ni septiembre. Pero nada más lejos de mi realidad. Hoy, 1 de septiembre, comienza mi época preferida del año. Los últimos cuatro meses que tienen ese sabor a inauguración, a inicio, a ilusión. Huele a libros nuevos, a lápices recién afilados.
Y hablando de olores, también son meses en los que huele a comida de cuchara, a pan y pasteles, a sopa y puchero.
De sofá, mantita y peli, con Almendrita al lado.
Temporada de estrenos, de inauguraciones, de invitaciones, de salidas al campo, de fiestas de muertos, de panellets, de truchas de batata, de castañas asadas. Y todo ello como antesala de la Navidad. En breve comenzará la campaña del turrón y los polvorones. Y a mi eso también me encanta.
Feliz rentrée a todas.
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