Hay personas que invisten a otras personas de autoridad, de superioridad y de cierto halo sobrenatural. Todo ello crea cierto temor y timidez hacia estas por aquellas.
Suele ocurrir frecuentemente con profesionales de la medicina, la enseñanza, el derecho y el trabajo social.
Buscadores, generadores y repartidores de recursos, frente al cliente/paciente/demandante/enseñando.
Y en ocasiones, estos/as profesionales se aprovechan de esa posición de poder y abusan.
Esto es lo que ocurre en la novela "Una casa con piscina" del escritor holandés Herman Koch, editado por Salamandra y publicado en 2012.
El protagonista abusa, desprecia y muestra un total desapego y desinterés hacia sus clientes.
Todo ello causado por cierta envidia y complejo de inferioridad ante otras profesiones más creativas.
Ese ser casi intocable recibe el golpe más duro de su vida al creer sufrir un daño irreparable en la zona más vulnerable y amada por él.
La venganza como único remedio para reparar el mal, y como arma su profesión.
Pero lo hizo mal, no entendió nada, no reparó en que su punto débil era fruto de su propia incomunicación.
Me ha gustado mucho y lo recomiendo.
Crítica social e intriga. Alusiones ligeras a la pederastia y la eutanasia.
Buena y recomendada lectura.
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