viernes, 19 de mayo de 2017

377.- SERIES. THE GOOD WIFE.


Llevo más de un mes, casi dos en realidad, viendo esta serie de abogadas y abogados y ya estoy a punto de empezar la séptima y última temporada.

Desde siempre me han gustado este tipo de series en las que se ven los juicios, juicios por cierto que no tienen nada que ver con los que se hacen en España, ya que el sistema legal estadounidense funciona de una forma muy diferente. Allí los/las abogados/as se ponen de pie, se dirigen al jurado y al juez y adoptan actitudes y posturas que pueden resultar muy teatrales.

En esta serie, la protagonista es una mujer casada con un hombre que ostenta un cargo político, tiene un hijo y una hija adolescentes y después de un grave problema matrimonial, decide, obligada por las circunstancias familiares, volver a ejercer como abogada, profesión que había abandonado hacía 15 años, cuando se casó.

Entra en un bufete dirigido por un antiguo compañero de universidad y su socia, y allí va desarrollando su trabajo, con diferentes casos y clientes.

En la serie, además de todas esas historias relacionadas con la ley, también y de manera paralela se desarrollan las historias personales de los y las protagonistas, relaciones de amistad, de pareja, de padres y madres con sus hijos e hijas, de sexo y de profunda enemistad también. La vida sin más.

Una de las cosas que después de tantos capítulos que he visto que me llama muchísimo la atención es la hipocresía de la sociedad estadounidense en lo relativo a la política, más bien, en lo que se refiere al comportamiento privado de las personas que se dedican a la política, de las personas que optan a un cargo político y de quienes lo ocupan.

Allí importa y mucho la religión que profesas e incluso importa mucho más si eres atea o agnóstica.

También importa mucho el colectivo étnico al que se pertenece, la orientación sexual, el nivel económico, si estás a favor o en contra de la tenencia de armas, del aborto o del feminismo.

En fin, toda una retahíla de temas absolutamente privados que se sacan a la luz pública como la ropa interior a los tendederos de los balcones.

Cada una de esos temas pueden darte o quitarte el voto de los diferentes sectores sociales y/o lobbys de influencia. El voto afroamericano, el voto católico, el voto femenino, el voto de los jóvenes, el voto gay, y así otra lista interminable.

Hablando de la protagonista, puedo decir que me gusta y me disgusta casi a partes iguales, es una mujer muy atractiva, elegante, muy comedida, con pequeños gestos de espontaneidad que rompe de vez en cuando en una vida bastante encorsetada y dirigida por todo lo que he contado anteriormente sobre la política estadounidense y que ella conoce bien. También es una madre entregada y cariñosa, una amante apasionada y extrañamente reprimida, buena compañera, generosa y trabajadora incansable. Y una esposa estúpidamente "buena".

Me queda algo más de una temporada para acabar de ver esta serie y me da pena que acabe, aunque espero que Alicia finalmente haga lo que por respeto hacia si misma debió hacer en el primer capítulo de la primera temporada.

Son siete temporadas de 22 capítulos cada una, con una duración de menos de una hora cada uno de ellos.

Como dato curioso y para quienes vieron "Las chicas Gilmore", decir que uno de los protagonistas es Matt Czuchry, fue Logan en la serie "La chicas Gilmore", uno de los novios de Rory.

 


El papel de Kalinda Sharma es imperdible, sorprendente mujer.

¿La habéis visto?, ¿qué opináis?

Gracias por leerme y muy buen fin de semana.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Las analogías entre los casos jurídicos y la trama de la serie es fascinante. Alicia como personaje me encanta, aunque según evoluciona la serie, el personaje se va emborronando, pero conserva su sentido común, si bien su integridad se difulmina. Totalmente de acuerdo con la opinión sobre Kolinda, un personaje sorprendente y sorprendentemente es femenino. Eli Gold también evoluciona en un personaje interesante. Creo que la serie termina en el momento adecuado, ya que en la última temporada pierde algo de fuerza; aunque a mí la firma en que termina me dejó insatisfecho. Mi final de serie favorito sigue siendo el de Six Feet Under.