390.- VACACIONES EN BIARRITZ.

No quería dejar pasar mucho más el tiempo para contar nuestras vacaciones en Biarritz. 

Tengo poco tiempo para escribir, pero estas cosas me gusta que queden por aquí.

Biarritz es una ciudad del suroeste de Francia en la región de Aquitania, perteneciente al País Vasco francés.

Su fama como destino turístico, data de 1854, cuando a la emperatriz Eugenia, esposa de Napoleón III, se le antojó que le construyeran un palacio en la playa, que actualmente se ha convertido en el "Hotel du Palais".

Toda la ciudad está limitada por estupendas, hermosas y largas playas: Côte des Basques, Milady, Port des Pecheurs y Grande Plage.

Mucho antes de convertirse en la ciudad que es hoy, y hasta el siglo XIX, fue un puerto ballenero.

Ahora es un destino exclusivo y con mucho encanto.

Y es en este maravilloso lugar en el que este año hemos pasado nuestras vacaciones Vida, Lola y yo.

Han sido quince días geniales, llegamos la segunda quincena de septiembre, en los que la ciudad estaba más tranquila, después de haber despedido al turismo de agosto. 

Hemos hecho sólo lo que nos apetecía, porque necesitábamos descansar y desconectar de un año bastante agotador. Paseos por la playa y por la ciudad, excursiones a lugares cercanos, buena comida y bebida, compras, lectura y alguna película. Disfrutar las tres de las tres.

Visitamos San Juan de Luz y Bayonne, esta última no la conocía y me gustó mucho su casco antiguo, la catedral gótica de Santa María, su mercado a orillas del río Adur y el barrio Saint Esprit.

San Juan de Luz es un destino también muy turístico, pero sin el esplendor de Biarritz.     

Maravillosa la iglesia de San Juan Bautista, construida entre los siglos XV y XVII. En esta iglesia se casaron en 1660, Luis XIV de Francia y la infanta española María Teresa.

Por fuera no da la impresión de la maravilla que vamos a encontrar dentro, un altar barroco del siglo XVII que corona una iglesia típica del País Vasco, con galerías de madera en las que los hombres escuchaban misa, mientras que las mujeres se situaban en la planta baja.

Es de destacar el edificio situado en la Grande Plage, el Grand Hôtel y Casino La Pergola.

El día que más nos alejamos de nuestro campamento base fue para ir a Astigarraga, importante pueblo productor de sidra vasca, situado en Guipúzcoa. Y fuimos hasta allí, porque yo quería que Vida conociera una auténtica sidrería, y la que más me gusta de las que conozco es Petritegui.

Comimos el menú sidrería que consta de tortilla de bacalao, cogote de merluza y chuleta de "vaca vieja", queso con membrillo y cigarros y tejas de Tolosa. Sidra a discreción, que puedes beber directamente de las kupelas, que son unos grandes toneles en los que se almacena la sidra producida anualmente.

Volviendo a Biarritz, debo decir que hemos hecho una cata bastante exhaustiva de las diferentes variedades de ostras que allí se pueden degustar. Gillardeau, Marennes Oléron, Bretagne y Arcachon.

Además de probarlas en varios de los restaurantes y bares del centro de la ciudad, también hicimos lo que las oriundas hacen habitualmente. 

Ir al mercado y encargar una bandeja de "fruits de mer", que te prepara directamente el pescatero o la pescatera, según lo que tú elijas de entre un montón de género fresco, delicioso y a un precio más que razonable. Te lo envuelven en celofán y te lo llevas a casa para comértelo tan ricamente.

Los restaurantes que más nos han gustado y que recomiendo son "La Crique" por sus ostras de Bretagne, "CAROE" por su bogavante y su trucha gravlax, "Bar Jean" por su steak tartare, sus mejillones con patatas fritas y sus sardinas a la brasa, "Saline Ceviche Bar", por sus ceviches y su tataki de atún, la terraza del restaurante "Juan Pedro" en el puerto de pescadores, por sus pescados y mariscos y para finalizar el "Milady Beach by Bokado", por sus riquísimos pescados.

Otra de las cosas que también nos gusta es el tema de las compras, y para eso Biarritz es un paraíso. La mayoría de las marcas más exclusivas tienen allí sucursal, desde "Galeries Lafayette", Marc Jacobs, Christian Lacroix, Scotch and Soda, Thomas Burberry, Hermes, Petit Bateau y muchísimas más.

El primer fin de semana que pasamos allí se organizaba la "Braderie", una especie de rebajas de final de temporada en la que las tiendas sacan sus percheros a la calle y venden maravillas con descuentos de más del 50%.

También me gusta visitar librerías y tiendas de prensa, sobretodo para comprar revistas que no se venden en Cataluña.

También la visita de rigor a un hipermercado para curiosear los productos que no se venden aquí y que van desde las incontables variedades de sopas de sobre y salsas para ensaladas, una Barbie cocinera, vinos y champagnes.

Por supuesto visita irrenunciable al mercado, para comprar foie, una delicia.

A la hora de volver a casa, el coche iba tan lleno, que parecía que íbamos a abrir una tienda. Hicimos una parada en un pueblecito cercano a Pamplona y pasamos allí una noche. Siempre es un placer visitar Pamplona, sobre todo sin encierros.

Espero no haberos aburrido con el relato de nuestras vacaciones.

Gracias a A. y a E. por su hospitalidad y cariño. Y a Bimba y a Willa por hacerse amiguitas de Lola.