He visto la última película de Woody Allen y me ha conmovido mucho más de lo que las últimas películas de este director lo habían hecho.
Cate Blanchett me ha recordado a Blanche, personaje de la obra de teatro de Tenessee Williams, llevada al cine por Elia Kazan en 1951. El papel de Blanche en el cine fue protagonizdo por Vivien Leigh.
El drama de Jasmine, sus miserias, su ambición, su egoísmo y su alto nivel de deseabilidad social son un reflejo de la actual sociedad.
Robar está mal visto, de hecho es un delito penado con reclusión.
Sin embargo, los ejecutivos trajeados con ropa y zapatos de marca, con corbata y maletín de piel con iniciales grabadas, parecen tener "patente de corso" para mover dineros ajenos y enriquecerse con ellos incluso a costa del empobrecimiento de quienes les han cedido su patrimonio para que sea aumentado.
Ahorros de toda una vida que personas sin escrúpulos manejan a su antojo y en beneficio propio sin pensar en el trabajo y el posible dolor que puede haber detrás.
Jasmine tiene un marido de esos, un hombre sin miramientos, cuya única ética es el dinero y todos sus valores están marcados por el dinero; rico a costa de la pobreza de otros.
Ella es una de esas muchas mujeres que se consideran señoras, que están en sus casas dirigiendo al personal de servicio, comprando sin cesar y haciendo alguna obra benéfica para aplacar la mala conciencia.
Cuando todo se descubre, cuando no queda dinero que robar ni dinero que gastar, no queda más que el vacío. Vidas vacías, como antes, pero ahora ni siquiera hay dinero para ocupar tiempo estéril, vano, justificador.
Blanche llega a la locura al igual que Jasmine por una falta de realidad, por como dice Blanche en la obra de Tenessee Williams, lo que quiere es magia. Las dos quieren magia, aunque esa magia empobrezca, envilezca y finalmente enloquezca.
5 comentarios:
Parece interesante, Conchy. La tendré en cuenta
Bsin
A mí me gusta todo lo que hace Woody Allen pero reconozco que esta peli es una de las que menos me convenció... Aun así, me gustó, eh? Pero no es de mis favoritas.
Esta la tengo en la lista de pendientes. Últimamente saco poco tiempo para cine.
Y a mí también me encanta Allen.
Como Anita. Me suelen gustar las películas de Allen pero esta me ha dejado... no sé cómo decirlo. Cate Blanchett me gustó mucho, pero el resto de personajes me dejaron mucho que desear. Y sigo preguntándome por qué la gente se reía a carcajadas en la sala... ¿?
Resumiendo... que puedes esperar perfectamente para verla en el sofá.
Ya la tenía en mente y pendiente, pero tu punto de vista y reflexiones han hecho que sumara un tanto más :)
¡Un abrazo!
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