jueves, 3 de diciembre de 2020

557.- LA VIDA



Es muy difícil vivir, y muy fácil no hacerlo, y al contrario, es muy fácil vivir, y muy difícil no hacerlo. Es decir, que vivas como vivas, no existe una fórmula general para ser feliz, y que todo dependerá de las ganas y la ilusión que le pongamos. De saber relativizar todo aquello bueno y malo que nos sucede. Carpe Diem y Pura Vida.

Cuando piensas que vida sólo hay una y que se te acaba, aparecen nuevos horizontes, esperanzas e ilusiones. Siempre es así, y sólo acaba cuando morimos. Por ello no podemos permitirnos morir mientras nuestros corazones sigan latiendo.

Por fin acaba este año, que en lo personal ha sido muy malo, terrible y a nivel mundial ha sido una pesadilla que parece no tener fin.

Yo estoy aprovechando todo lo ocurrido en este año para aprender que se puede vivir de otra forma que no es aquella que conocíamos y que muchas veces no nos hacía felices aunque pudiéramos hacer lo que nos daba la gana, pero siempre de cara al exterior. Ahora sabemos que se puede vivir intramuros, tanto físicamente como emocionalmente. Y que todo ello nos hace conocernos mejor, a nosotras y a las demás.

Hemos tenido la oportunidad de conocer a gente que desde sus casas establecían con nosotras conexiones sorprendentes, de quienes hemos aprendido y a quien hemos enseñado. Relaciones impensables en otro momento social y personal, llenas de generosidad y comprensión, de sororidad y compromiso.

Yo no quiero la "normalidad" que tenía, porque ahora soy más feliz y más equilibrada. Ahora valoro cosas en las que antes ni me detenía a pensar. Ahora sé que lo que antes me parecía imprescindible para vivir, ya es innecesario o menos necesario.

Cuidar a quien quiero, esté lejos o cerca, cuidarme yo para poder cuidar y hacer sentir a quien me importa, que yo estoy aquí siempre.

Diciembre no será un mes fácil, pero depende de cada una de nosotras el suavizar lo que puede parecer adverso, duro e inhóspito. Antes era el mes del despilfarro, de las tarjetas echando humo, de las compras compulsivas, de la comida y la bebida a chorros, de las fiestas y reuniones con gente que te importaba un carajo. Ahora ya no tiene porque ser así, no debería volver a ser así, ya no es necesario que sea así.

Practiquemos el buen humor, el amor, la delicadeza y la ternura. Aprendamos todo aquello que siempre quisimos aprender y que fuimos dejando de lado por falta de tiempo.

Vamos a vivir fácil y difícil.