Después de más de dos semanas desaparecida de aquí por motivos de traslado domiciliario y sobre todo por falta de inspiración, regreso, porque me debo a mi público (lectoras) jeje, que es broma¡¡¡¡
Además del traslado de mi ropa, zapatos complementos, la vajilla de los abuelos, el piano y demás enseres, he estado yo últimamente así como distraída y hoy me he sentado "conmigo misma" y me he dicho, "mariconchi" ya te vale, vuelve a mirarte el ombligo y dedícate a tí, que al final es lo único que queda, TÚ (yo en este caso).
Y como este blog mío es una extensión visible de mi pensamiento, pues que mejor que volver a escribir, a reirme un rato, a contar cosas y a distraerme con lo que me apetezca y cuando me apetezca.
Me encantaaaaaaa mi nueva casa, es muy luminosa y puedo tener en ella todas mis cosas, y poner en práctica ese orden mío simétrico que tanto me obsesiona. nada de colocar las cositas de lado, que me pongo mala.
Casi no hay cobertura para el teléfono móvil, pero ya tengo fijo y la próxima semana ya tendré internet, así que el drama de la incomunicación se va salvando.
Y de momento hay dos cosas que me tienen preocupada y es que no tengo televisión ni horno, y en mi caso es un problema, no, dos problemas. ¿Dónde voy a preparar mis tartas, cupcakes, muffins, galletas, asados y demás exquisiteces? y por si esto no fuera poca desgracia, ¿cómo resistiré sin ver Gran Hermano?
Intentaré sobrevivir a esta pareja de desgracias, siendo fuerte ante la adversidad.
Me alegra haber vuelto y quedarme.