"Yes, We Fuck", es un documental estrenado en España en 2015 y dirigido por Antonio Centeno y Raúl de la Morena.
Desde hace muy poco tiempo ya lo podemos ver completo en Internet.
Derribando mitos y estereotipos sobre las personas con diversidad funcional y con cuerpos y anatomías no normativas.
Todos y todas tenemos diferentes necesidades, pero iguales derechos a satisfacerlas, y de esa manera podemos alcanzar un desarrollo sano y adecuado a cada deseo, a cada faceta y etapa de nuestras vidas.
Muy poco se ha hablado y menos se ha visto, sobre el sexo practicado por personas que no pertenecemos a la heteronormatividad.
En los últimos 10 años, el cine y las series nos acercan imágenes de sexo entre hombres y entre mujeres, pero no deja de ser ficción. Además de las últimas, y parece que de moda, películas sobre personas transexuales, que nunca están protagonizadas por actrices o actores transexuales, sino por personas cis, que se travisten para interpretar esos papeles. (Existen escasas excepciones).
En cuanto a la visibilidad de la sexualidad de personas con diversidad funcional, es nula, escondida y vergonzante.
Trabajando con personas con diversidad funcional de tipo cognitivo, he escuchado muchas veces, hablar de adultos y de adultas como de ángeles que no tienen "ese tipo de necesidades". Hombres adultos con un retraso cognitivo severo, tratando de masturbarse con el umbral de una puerta hasta hacerse sangre en sus genitales, y familias negándose a acudir a los servicios de una asistente sexual para que esta persona pudiera obtener placer y de esa forma acceder a los beneficios que transversalmente ofrece el sexo.
En cuanto a la diversidad funcional física, mucha gente se quedó en la "Clarita" de Heidi.
Sé, si no se ha vivido, que puede resultar complicado imaginar un sexo sin penetración, un sexo no heteronormativo, pero incluso para personas cis heterosexuales, puede resultar de gran ayuda, entender que el sexo está en cada uno de los poros de nuestra piel, el sexo es una manera de relacionarnos que nos ha de llevar al placer, siempre por diferentes caminos, dependiendo de cada una de nosotras.
En "Yes, We Fuck", entiendo aún más el disparate y lo absurdo del uso de la palabra "normal". Palabra que nos intenta encerrar en un enorme escaparate, en el que nada disturbe, que nada destaque, que todo sea igual, triste y aburrido.
El miedo a lo diferente es el temor del ignorante de perder posiciones de poder que se le han adjudicado por pertenecer a esa masa inamovible de convencionalismos, de trabajo en serie y de repeticiones de todo lo aprendido. No querer deconstruirse por miedo a no saber armarse de nuevo, convertida en una persona libre.
Paremos y pensemos en el amor, en el amor sin más, en el amor como acto de cuidado propio y de cuidado hacia la persona a la que amamos. Una mano, una pierna, un ojo, una boca, un pie, una vagina, un pene, un ano, una lengua. Todo está bien, absolutamente todo.
Cuando sólo hablamos de follar, todo tiene, debe estarlo también. No hay un sexo, no hay una forma de practicar sexo. Existen tantas maneras como personas, con nuestras manías, nuestras fobias, nuestras filias, nuestros complejos, nuestros cuerpos y nuestras mentes.
Y si, todas follamos y todas queremos hacerlo, o al menos, deberíamos . Para mantener una salud física e intelectual.
"Yes, We Fuck" muestra el sexo puro, el sexo como fuente universal de placer y el sexo como instrumento político.
Si os interesa, aquí os dejo varios enlaces.
2 comentarios:
¡Hola! Qué interesante. Me ha encantado tu post, porque como futura educadora social trato estos temas sobre la diversidad, la inclusión y demás, y me parece que este colectivo se tenga mucho más en cuenta. Gracias. Lo pongo en favoritos para ver el documental.
Un abrazo.
Muchas gracias por leerme y comentar. Saludos y hasta pronto.
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