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martes, 27 de agosto de 2019

524.- SERIES. POSE.



Ya sabéis que cuando escribo sobre una serie, me gusta contextualizar y aprovecho para dar mi opinión sobre ella, pero también sobre todo aquello que la rodea y me inspira.

Cuando nacemos, en ese instante, en esa primera luz, alguien nos mira desnudos/as y dice "es una niña" o "es un niño".

A partir de ese breve momento comienza nuestra construcción social como mujer u hombre.

Quienes me leéis, sabéis que soy trabajadora social y mi proyecto de fin de carrera fue con mujeres transexuales reclusas, posteriormente fui coordinadora de un grupo de mujeres transexuales dentro de un colectivo LGTBI en Gran Canaria.

Mi relación con la transexualidad femenina no ha sido sólo profesional, ya que de ahí surgieron conocimientos y amistades importantes que me abrieron todo un mundo de posibilidades, de experiencias, de respeto y de libertad. 

Estudiar, leer mucho y conocer personas que han hecho que entienda que el binarismo es la barrera que separa a muchas personas, y el obstáculo que impide transitar por él. Porque para más personas de las que pensamos, el tránsito por el género es una necesidad, una aventura, un deseo o simplemente un paseo.

Y aquí ya me centro en la serie POSE, que es casi de obligada visión. Hay dos temporadas, la primera está en Netflix y la segunda en HBO.


Lo que comienza como algo lúdico y festivo, un espectáculo bastante habitual en los años 80, en locales semiclandestinos, en los que mujeres transexuales bailaban, cantaban, hacían playbacks, se caracterizaban imitando a famosas y en definitiva, se ganaban la vida en algo que a algunas les gustaba y que para otras era la única oportunidad de sobrevivir en un mundo que las consideraba en el mejor de los casos bichos raros y en el peor, gente que no tenía derecho a compartir el mismo aire que ellos.

Y al grito del maestro de ceremonias del local, "vive, lúcete, posa" comenzaba el espectáculo.


Pero detrás del espectáculo, en 1983, acechaba el demonio del VIH, la plaga que acabó con la vida de hombres homosexuales y de muchas mujeres transexuales, antes de extenderse al resto de la población y dejar de ser una enfermedad/castigo de "maricas y travelos". Y en aquel momento de desconcierto, en el que nadie sabía que ocurría y porqué parecía que sólo les afectaba a ellos y a ellas, la clase médica no entendía que pasaba, se experimentaba con medicamentos que tenían el efecto mismo del veneno, y los que parecían beneficiar la salud de las personas enfermas eran tan caros que sólo podían acceder a ellos unos pocos.


Murió mucha gente. Muchas de estas personas murieron solas, como apestadas, como desechos humanos a quien nadie quería acercarse, consolar, acariciar y acompañar en el trance de la muerte.

Mientras esto ocurría, la iglesia católica se reafirmaba en la abominación de la homosexualidad y lo pecaminoso del uso del preservativo. La misma secta y la misma mierda de siempre.

Y el relato de las mujeres transexuales en la serie es tan real, tal y como muchas jóvenes cuentan su vida, su experiencia familiar, su dura batalla contra una sociedad que las ha despreciado e invisibilizado. Mujeres a las que sólo se quería ver en una calle oscura para pagar por una felación, o a las que se iba a ver en manada para en un escenario y no por apreciar su voz, su caracterización como Streissand, Minelli o Jurado, no. Lo que se esperaba era que al final hubiera un desnudo integral y verlas como a monos de feria, enseñando aquello que a ese público cruel y morboso les reafirmaba su idea de pene = hombre.


Os la recomiendo muchísimo, por lo que de historia social tiene, porque hace entender una realidad que para muchas personas es lejana y para otras muy próxima, pero que no entienden, y no se trata de maldad, sino de desconocimiento y ello puede llevar al miedo y ese miedo generar odio.

Por ello hay que conocer para comprender, para dejar de temer a lo desconocido.

También durante las dos temporadas de la serie hay una constante que es la maternidad, sentimiento que muchas veces no se inicia en un parto, sino mucho después con personas que no has parido, con personas que no te han parido. La maternidad es ese sentimiento que brota hacia alguien que sabes que necesita de tu amor y de tu protección. Y da igual si es mamá o papá, da igual su orientación sexual, su identidad, su nivel económico  y social. 

Espero haberos animado a verla. 


lunes, 3 de octubre de 2016

352.- SERIES. LAS CHICAS GILMORE.


 Somos usuarias de Netflix desde hace, justamente mañana, un mes. Aprovechamos la promoción de un mes gratis, y el resultado ha sido muy satisfactorio.



Todo comenzó por el interés, que diversas críticas sobre la serie "Strangers Things", causaron en mí la necesidad de verla. De esta serie que ya he visto hablaré otro día.

El caso es que como resultado de mi curiosidad he descubierto una serie que me tiene enganchadísima.

"Las chicas Gilmore" es una serie americana que comenzó su primera temporada en 2000 y se emitió hasta 2007. Es la historia de una madre soltera, Lorelai y su hija de 16 años, Rory, de los padres de Lorelai, de Stars Hollow, pueblo en el que viven, y de sus vecinos, del colegio privado de Rory. Podríamos decir que es una serie costumbrista, no en el sentido Galdosiano, sino en el de películas americanas de sábados por la tarde en televisión, en las que hay mucha escena de cocina, palomitas, pavos y acciones de gracias.

Es muy agradable y desintoxicante ver una serie divertida, con cero toque dramático pero que no cae en ese humor zafio y previsible que tienen tantas series españolas que no soporto, tipo "Aquí no hay quien viva" y "Aída".

No puedo decir que se trata de una serie superficial y sin ningún mensaje, porque sería infravalorar el trabajo de sus guionistas, pero desde luego es un producto que ofrece entretenimiento, sonrisas y curiosidad por seguir viendo, capítulo tras capítulo, la vida de estas madre e hija.

Como Rory pasa del colegio a la universidad, su primer amor y los posteriores. Los sueños de Lorelai que se cumplen y sus relaciones amorosas. El clasismo rancio de los padres de Lorelai, que de tan exagerado se convierte en caricatura. La vida de un pueblo pequeño en el que capítulo a capítulo se va conociendo a todos sus habitantes.

La serie tiene siete temporadas, de momento, y ahora mismo vamos por la mitad de la quinta.

Pero..................................me acabo de enterar que en noviembre se estrena en Netflix la nueva y flamante octava temporada y estoy de celebración televisiva.



¿Y vosotras, la habéis visto?