
Llegado este día empiezo a pensar si tengo que hacer propósitos para el nuevo año, tipo ir al gimnasio, leer algún libro de autoayuda, ingresar en algún grupo de meditación, aprender a patinar, aclararme el pelo, dejar de fumar...
Y vaya vértigo, que agobio, el pelo negro azulado me han dicho que a cierta edad ya no es apropiado, que hace mayor y endurece las facciones, que yo ya estoy en esa edad en la que es obligado mecharse el pelo e ir volviéndose rubia paulatinamente. Me niego, ni me corto la melena ni me la decoloro. Tinte negro forever.
Lo de los libritos esos que adornan tantas mesas de noche y que dudo que sean leídos, tampoco voy a hacerlo. "Cómo ser feliz en 18 pasos", "Aprende a dejar volar tus sentidos", "Rompe con la negatividad", "Cómete el mundo en tres platos". Pués ni hablar, yo soy de las clásicas y de algún best seller para aligerar.
El tema ocio grupal para encontrarme a mi misma, pues como que tampoco, una cosa es hacer una fiesta en casa con amigos/as, o ir a tomar cosmopolitan y daikiri, pero a lo que me niego rádicalmente es a hacer corritos cogiditos/as de la mano, mirar juntos al cielo o al techo y transmitir energía, no vaya a ser que me electrocute y me quede tiesa y con los pelos de punta.
Aprender a patinar, ya va a ser que tampoco, si no lo hice en mis años de niña patiflaca bajando por la cuesta del mercado central, ahora ya no podrá ser, además lo de los patines siempre me ha pegado mucho con mallas rosas y moño tirante, y no me veo yo con ese estililo mangapoli.
Dejar de fumar pues no, que ya se yo lo que pasa, que ya me avisa el estado falso paternalista en el que vivimos, agrediéndome cada vez que compro una cajetilla de tabaco con imágenes que van en contra de la libertad de cada uno/a.
En fin, que mi verdadero deseo para este inminente año es seguir enamorada de la vida, dar todo el amor a MCyP , cuidar de mis amigos/as, reirme todos los días, llorar si lo necesito, abrazar y besar a quien quiero, comer lo que me gusta, beber vino del bueno, dejar que mi pelo crezca lo que quiera, gastar mucho tinte negro azulado, leer literatura de la buena, ver películas y todos esos programas que ponen por la tele que pocos/as reconocen ver y que a mí me divierten.
Y que a los que quiero, a los que conozco y aprecio, les deseo lo mismo que para mí.
Y a quien no quiero, pues que a leer mucha autoayuda, a hacerse mechas, a jugar al corrito y a beber garrafón.
Qué TODOS Y TODAS seamos muy felices con quien queremos y con lo que deseamos.