Asesinatos en serie, justiciera sin ley, madre amante y asesina.
Atrayente mezcla para esta serie francesa que ha propiciado la vuelta de Carole Bouquet.
La serie engancha desde el primer capítulo, desde el que se va tejiendo una red de sospechosos, víctimas, familia y amigos. Todo ello en torno a la protagonista y a su hijo.
El final, inesperado, lleva a pensar en lo muy agradable que puede llegar a ser la venganza.
Justicia individual, cuando la colectiva, la institucional, no funciona.
Si alguien se toma la justicia por su cuenta, ¿es igual de malvado que quien cometió un crimen atroz?
Si alguien hace daño a nuestros hijos o hijas, o a las personas que amamos, ¿tenemos una justificación ética y moral para vengarnos?
¿Se convierte el/la vengador/a en un monstruo igual al criminal?
Todo ello me lleva a este momento en el que se actualiza la Ley Orgánica 7/2003, de 30 de junio de medidas de reforma para el cumplimiento íntegro y efectivo de las penas, y que ahora se está revisando.
Con esta ley, dicen algunos, que se pierde el fin primero de la institución penitenciaria, que es la rehabilitación y la reinserción del recluso.
Yo en esto sólo puedo pensar, que existen criminales que nunca, jamás se rehabilitarán y aunque así lo hicieran, sus crímenes han sido tan atroces, han infligido tanto daño a las víctimas y a sus familas, que lo único que puede reparar, en parte, el mal que han cometido, es que se pudran en la cárcel que cumplan íntegramente sus penas.
2 comentarios:
Me la apunto, sobre todo porque mee interesa verla en v.o.
He empezado a verla, y estoy enganchada, me va a durar nada, je je, gracias.
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