Barcelona, mi ciudad, esta ciudad bonita, diversa, plural, elegante, sencilla, humilde y orgullosa, de mar y de montaña. Esta Barcelona, de todas las que la queremos.
Esta Barcelona, que junto a toda Catalunya, se viste de amarillo para recordar a los presos políticos que están en cárceles españolas, para que no olvidemos que aún quedan los consellers Oriol Junqueras y Joaquim Forn, el presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart y Jordi Sànchez, presidente de la Asamblea Nacional Catalana.
Y que hasta que todo ellos sean puestos en libertad, el lazo amarillo será la prueba de su recuerdo y la representación de un pueblo que quiere ser libre, que quiere dejar de pertenecer a un estado que no le representa, un país que ha rechazado la idiosincrasia, la cultura, la identidad del pueblo catalán.
Por todo ello que os cuento, me suma a estas acciones y en mi blog, a partir de ahora y hasta que sean liberados los cuatro, aparecerá un lazo amarillo, así como en mis redes sociales.
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