lunes, 11 de junio de 2018

419.- LUZ.

Fotografía de André Vicente Gonçalves


Una ventana que da al cielo. Una ventana por la que entra la luz del día, de un día de sol o incluso la de un día nublado. 

Una ventana desde la que poder ver las estrella o el cielo negro.

Una ventana desde la que asomarme a la vida y verla pasar.

Una ventana desde la que me puedan ver desde fuera y noten que me voy iluminando también yo.

Una ventana protectora y disidente. 

Una ventana delicada, cariñosa, amable y educada.

Una ventana de paso y también de larga temporada.

Una ventana que no necesite batería, ni cable.

Una ventana que acoja, cuide, confíe y refugie.

Una ventana abierta para mí.







2 comentarios:

Esther dijo...

Me encanta la imagen, tengo yo una libreta desde hace años con una ilustración que se le asemeja, de una fachada lisboeta. El texto me parece esperanzador. Me encantan las ventanas, yo tengo mi propia historia con las ventanas y lo que tras ellas sucede. Abre las ventanas y deja que te inunde la luz.

Conchy P.Vázquez blogpasionporlavida@gmail.com dijo...

En ello estoy Esther. Es muy complicado, pero lo voy a lograr.