Si, ¡holi verani!, agitando la mano rapidito, como saludando con miedo y desconfianza y con el tono de voz de niñata tontita.
Porque como escribo todos los años por estas fechas, me horroriza el calor, ya lo expliqué aquí , y aún está por llegar lo peor, que se alargará hasta octubre.
Pronto os acordaréis de como os quejabais del frío, de las mantitas del sofá, de las maravillosas medias y de los guantes de piel, entre otras cosas maravillosas que nos acompañan durante el corto otoño y el breve invierno.
E insisto, que digáis lo que digáis, el verano es una tortura, una ordinariez y una estupidez. Evidentemente, no la estación en sí misma, sino todo lo que lleva asociado.
Y me repito y ratifico. Playas abarrotadas, ropa fea, olor a sudor, pelos encrespados y resecos por el salitre, el cloro y el sol, mala comida en los chiringuitos, mayonesas con salmonela, gazpachos avinagrados y legiones de turistas patrios y foráneos llenándolo todo de olor a bronceador.
Yo sólo os puedo desear que lo llevéis lo mejor posible, que cuidado con las chanclas, las camisetas de tirantes y los mini shorts. Mucha hidratación y protección.
Feliz verano a pesar de todo ello.
2 comentarios:
Tampoco es mi época del año favorita, salvo por las vacaciones y para de contar, que de buen grado las cambiaría para otros meses.
Jjjjjjjj... Sabes que no puedo estar más de acuerdo. Sumemos los besos con caras sudadas...
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