sábado, 18 de octubre de 2014

292 - DISCURSOS VACÍOS

Un discurso es también un razonamiento o exposición sobre algún tema, una doctrina, ideología, tesis o punto de vista.
La reflexión, raciocinio sobre algunos antecedentes o principios es también un discurso.
Para compartir un discurso propio, debería haber un previo período de reflexión, una elaboración teórica del mismo y siendo muy exigente, una comprobación de la hipótesis desde la que tendría que partir siempre el discurso.


El discurso vacío de contenido, o lleno de mierda, que viene a ser lo mismo, se convierte en el autorretrato más fiel que una persona puede hacer, y como consecuencia de ello, es la mejor manera de conocer a alguien sin realizar demasiado esfuerzo, aunque el proceso puede resultar bastante engorroso.
Y esto viene al caso, porque cada vez es más frecuente leer y escuchar a personas que en minutos elaboran un discursillo del tres al cuarto opinando sobre temas muy serios, relevantes y trascendentes, y se quedan tan felices consigo mismas.
Y ya viene siendo hora de decirles mirándoles a la cara, a los ojos, que no se puede saber de todo, que es imposible que abarquemos en una sola mente el conocimiento universal y que escuchar el silencio es algo maravilloso.


No me expliques como se contagia el ébola, no eres médico especialista en enfermedades contagiosas. No me cuentes una teoría económica para salir de la crisis porque ni siquiera eres capaz de gestionar tu salario. No critiques el derecho de un pueblo a decidir sobre su futuro, porque no has comprendido lo que significa la cultura propia y la idiosincrasia de un país. No me cuentes como le dejas puntilla a un huevo frito, porque me gustan poco hechos. No te me acerques a las 3 de la madrugada y adelantándote con una cita de Goethe me quieras hablar de existencialismo, porque debiste aprender una cita de Sartre para resultar más verosímil.

Y si atrevida es la ignorancia, que lo es, mucho más peligroso es el cóctel elaborado con tres partes de descaro, siete de ignorancia, 4 de atrevimiento y 12 de maldad.
El resultado viene a ser como un Long Island en vaso de tubo, imbebible.




1 comentario:

Patricia dijo...

¡Hola Conchi!
Me encanta tu blog, todas tus entradas son super interesantes (sin peloteo) y da gusto encontrar blogs como el tuyo hoy en el dia que como bien dices, se habla tanto sin saber. Bendito valor que da el anonimato en la red para poder abrir la boca sin miramientos.
Un saludo y sigue así, espero más entradas.

PD: Soy la chica que te envió un email preguntándote por libros de Frida Kahlo.