viernes, 20 de julio de 2018

429.- LO JUSTO Y NECESARIO.



Lola y yo nos hemos trasladado a Gran Canaria, isla en la que nacimos las dos y de la que hemos estado alejadas físicamente durante seis años.

Se nos hace un poco extraño vivir aquí, después de haber estado en una ciudad como Barcelona, a la que echamos de menos, igual que a las personas que allí hemos conocido y a las que seguimos queriendo y ahora extrañamos.

Pero el cambio era necesario y agradecemos inmensamente el apoyo de las personas que aquí nos han recibido con los brazos y el corazón abiertos.

Este post viene al caso, porque en algo más de un mes, me he dado cuenta de, con cuantas cosas innecesarias vivimos, cuantas cosas compramos sin realmente necesitarlas y como almacenamos sin parar objetos, que sólo contribuyen a reducir nuestro espacio vital.

Me vine con un par de maletas medianas y el transportín de Lola.

Esto puede parecer cómico, pero es cierto. Ahora mismo tengo dos blusas, cuatro camisetas, tres pantalones y dos vestidos. Ocho braguitas, dos sujetadores y una toalla. Un pañuelo, un foulard y un cinturón. Un neceser con cosméticos y productos de higiene, una bolsita con las cositas de Lola y mi portátil. Un bolso, dos tote bag y una mochila. Dos pares de zapatos y tres pares de calcetines. Mi agenda, un par de cuadernos, stickers, bolígrafos, lápices y rotuladores. Mi móvil.

Y si, eso es todo. Esas son mis pertenencias aquí, de momento.

Por supuesto, que sé que pronto todas mis cosas estarán aquí de nuevo, voilviendo a ocupar muchísimo sitio, y también sé, que me desharé de muchas de esas cosas. Estoy pensando en hacer un "brunchmarket" o "vermutmercadillo" y así dar algo de rentabilidad a muchas cosas que yo no necesito y que pueden ser utilizadas por otras personas.

Cuento todo esto, para que entendamos que se puede vivir feliz con lo justo y necesario y que eso nos puede ayudar a disfrutar de otras cosas que no ocupan lugar físico y que probablemente nos llenen de mucha más satisfacción que la ropa, los bolsos o los zapatos.

No obstante, no voy a dármelas ahora de asceta y negar que no echo de menos algunos de mis trastillos, de mis antojos y de mis compras.

Y echo de menos mi cámara de fotos porque de vez en cuando me gusta salir a fotografiar el día a día. Mis kimmidoll, tan exóticas ellas y que recuerdan que no me olvide de viajar a Japón, mis revistas "Flow", mi bicicleta y mi lámpara "favourite things".

Cositas que ocupan sitio, físico y emocional también.



7 comentarios:

Anónimo dijo...

Te deseo lo mejor en esta nueva etapa. Disfruta de la vida junto a Lola y por supuesto junto a tus hijos. Besos.
Ana.

Conchy P.Vázquez blogpasionporlavida@gmail.com dijo...

Gracias Ana. Estoy en ello, aprender de nuevo a ser feliz. Me está costando mucho.
Pero lo lograré.
Y por supuesto con mis hijos y Lola siempre.

Anónimo dijo...

Mi niña, espero que todo vaya bien.
Hay mucho egoísmo en el mundo y ya sabes eso de entre más tiene más quiere.
Se puede vivir con poco, pero que no nos quiten lo nuestro.
Besos guapa y nos vemos prontito.

Conchy P.Vázquez blogpasionporlavida@gmail.com dijo...

Gracias por tu comentario, pero no sé quién eres.

Anónimo dijo...

Ayyyy, Conchi, perdona. Soy Ithaysa, nos conocimos en el asadero de Carlos y Luis.
🎀

Aroa dijo...

Te entiendo, hace años por esas cosas que te da la vida tuve que estar varios meses sólo con lo que me había en un maleta de mano y todo cambió después de esa experiencia. Nunca he vuelto a comprar ropa como lo hacía antes y en cambio disfruto mucho dándole vueltas a la cabeza para crear cosas nuevas con lo que ya tengo. Ánimo para tu nueva vida 😘, espero que la islita te esté tratando como te mereces.

OIA dijo...

¡¡Menos es más y tú Mamá, eres lo más!!