viernes, 14 de diciembre de 2018

487.- LA BODEGA DE NAVIDAD.


Ya estamos en plena vorágine navideña. Compras de regalos, elaboración de menús para Nochebuena, Navidad, fin de año, año nuevo, Reyes, cenas de empresa, despedida de año con amigos/as. Muchas ocasiones de celebración, y si no las hay, pues nos las inventamos.

Y si la comida es importante, pues la bebida también.

Y se me ha ocurrido escribir este post, en el que hablaré de cosas líquidas que vienen muy bien en estas fechas. De mis preferidas, o de novedades que creo que están muy bien para tanta fiesta.

En primer lugar, el agua. Yo apuesto por Bezoya sin gas y Perrier con gas. Ya sabéis de la importancia de hidratarnos bien, y mucho más si tenemos previsto beber algo de alcohol. El agua es importantísimo, para poder tolerar después algo más fuerte. Y si no bebemos alcohol, un vaso de Perrier con unas rodajitas de lima y menta, nos refrescará.


Como refresco sin alcohol y si pasáis del agua, o no os apetece estar toda la noche con lo mismo, os recomiendo una bebida de manzana natural y ligeramente gasificada. Su sabor recuerda al de la sidra. A mi me gusta con hielo y rodajita de limón o trocitos de manzana. Appletiser.


Y Coca Cola Light, porque digáis lo que digáis, no me creo todas esas leyendas urbanas sobre esta clásica bebida. Y si no la bebéis por la noche, pues al día siguiente, para paliar los estragos, viene muy bien. Si preferís algo más seco y exótico, una Ginger Beer de Fever Tree os vendrá muy bien. 

¿Os acordáis de los libros de Los Cinco? Todo el tiempo bebían cerveza de gengibre, y seguro que pensabais como yo, ¿beben cerveza? Pues no, es la traducción literal del nombre de este refresco.

Si os gusta el sabor picante del gengibre, esto es lo vuestro.

Y después de todas estas sanísimas recomendaciones, pues entramos en materia.


Como aperitivo, un Kir Royal. Es para quedar fina, aunque a mi me resulta algo viejuno. Copa flauta de cava, una cereza mejor natural que en almíbar, un poquito (un dedo) de casis y llenamos la copa con cava brut nature.

Para mi, el mejor aperitivo es una copa de fino de Jeréz. Mis marcas preferidas son Lustau y Tío Pepe. Y si estáis espléndidas, apostad por una "manzanilla pasada" La Bota, que marida de lujo con el buen jamón ibérico, o un Palo Cortado.



Vinos tintos voy a recomendaros tres que he conocido este año que acaba.


Godelia, es un vino de El Bierzo monovarietal Mencía. Redondo y sorprendente. Perfecto para acompañar asados.

Llumés. Es maravilloso. Tinta verdejo. Yo pensaba que esta uva era exclusiva para el vino blanco. Asturiano, especiado y rico en sabores a fruta. Es de bodegas Obanca, y si lo encontráis, compradlo sin dudar. De fácil maridaje con quesos y carnes.


Furvus. Estupendo Monsant, garnacha tinta y merlot. El mejor momento para conocer los  vinos catalanes. Untuoso, con un postgusto largo y afrutado.

En cuanto a los vinos blancos, voy a ser extremadamente clásica, porque estoy bastante cansada de modernidades en las que lo que más calidad tiene es la etiqueta.

Dos verdejos, Protos y Marqués de Riscal. Apuesta segura y perfecta relación calidad precio.



Txacoli Itsasmendi es otra elección segura. Ligero, frutas blancas y notas cítricas. Pero no os fiéis de su ligereza. Id con cautela.


Y si vais sobradas, un Belondrade y Lurton que os dejará encantadísimas. Muy recomendable y dejaros sorprender.



El cava brut nature LLopart. Salid de esos clásicos malísimos que os provocarán acidez y dolor de cabeza. 


Después de la cena, apuesto por un cóctel. Un Pisco Sour o un gintónic de 47 Monkeys.

Y sobre todo, no conduzcáis si habéis bebido alcohol. Moderación.

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