viernes, 19 de abril de 2019

510.- PIEDRA, MADERA, CRISTAL.

Se ha quemado la catedral Nôtre Dame de París.

Y es una desgracia artística. Sin duda.

Desde el mismo momento que se estaba dando la noticia del incendio, y desde luego, con la pena de lo que supone una pérdida tan relevante, ni me planteé, que a partir de ahora, Nôtre Dame se fuera a quedar así, devastada, quemada, arruinada y destruida. 

Pues no.

Seguro que nadie pensó que había llegado su hora, y que a partir de ese momento, se visitaría como ruina o resto, como La Marinera de Nayarit en México, por poner un ejemplo, y no como la señora que hasta ahora representaba a toda una ciudad, con permiso de la Torre Eiffel.

La iglesia católica, a quien pertenece la advocación del templo no iba a permitir que la joya gótica parisina quedara maltrecha y no tuviera el empaque que los fieles merecen. 

Pero debieron pensar poco después, que a ver como lo hacían, porque la llave de la habitación del tesoro se perdió hace siglos, y mira que se les ha requerido, pedido y reclamado. Pero no aparece.

Y además, que ya saben los asotanados, que no todas las almas que visitan Nuestra (su) Señora, son acólitos y fieles  de la secta vaticana. Así que para cuatro que van a rezar...

Aunque el papa dice que será una reconstrucción coral. ¡Hazla "a capella" boludo!

El gobierno francés, tuvo en ese momento el pensamiento fugaz y valiente, de echar sobre sus espaldas, la ardua labor de la reconstrucción. Pero ¡mon dieu et la vierge! 

El coste de las entradas para ver el templo, no está en una cuenta de ahorro, se ha utilizado en arreglillos de poca monta, que si las bombillas, que si los bancos y reposapiés, los terciopelos y el pan de oro. Cosillas del día a día que no han permitido el "guarda ahora, que a saber lo que pasa mañana".

Pero ha ocurrido el milagro, y nada de pan en peces ni agua en vino. No. Nada de minucias.

Y en tres días ya hay 700 millones de euros para la reconstrucción, dinero aportado por empresas privadas.

Y a las críticas manifestadas por las personas que no entienden una movilización pecuniaria tan enorme y rápida, se las ha denostado y llamado populistas. 

Así que parece que Nôtre Dame, en poco tiempo, volverá a acoger a fieles turistas amantes del gótico, especializados sobre todo en bóvedas de crucería, contrafuertes, arbotantes, pináculos, rosetones y vitrales. 

Y que las locas que claman por la falta de humanidad dejen de pensar, hablar y escribir sobre lo injusto que les parece que en tres días se pueda reunir tantísimo dinero para  restaurar piedra, madera y cristal, gótico, eso si. 


Y que la investigación médica ya se apañará con las fundaciones, el hambre se paliará con donaciones de barritas de cereales transgénicos, la gente sin techo de cualquier parte del planeta que se apañe con lo que pueda y que piense en la belleza del cielo estrellado.


Las habitantes de ciudades destruidas por bombardeos, que salgan en ordenadas filas hacia campos de refugiados. Se les hará entrega por el camino, de un bocata de choped y de una botellita de agua.

Y dejad de decir, pensar y gritar que esta civilización nuestra está inmersa en un sistema de mierda, no critiquéis a ese ente gigantesco que os permite vivir, viajar, comer, vestir, respirar y cagar. Porque sin él estaríamos perdidas. Dad las gracias.


Y ahora llamadme populista, ignorante, antisistema o lo que queráis.


Mientras haya personas enfermas por falta de investigación, mientras niños y niñas mueran de hambre, mientras viva gente en la calle, mientras los gobiernos de todo el mundo no garanticen como derechos universales todo lo que una persona necesita para vivir en condiciones de bienestar.

                          Mientras tanto, a mi Nôtre Dame me importa una mierda.

                            #francamentequeridameimportaunbledo











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