miércoles, 26 de marzo de 2025

595.- ZONA DE INTERÉS Y MARCO


La película Zona de Interés, coproducida por Reino Unido, Estados Unidos y Polonia, y dirigida por Jonathan Glazer, se desarrolla extramuros de Auschwitz, en una idílica urbanización en la que vive el personal militar nazi que allí cometía los horrores  del holocausto.

El comandante del campo de concentración, Rudolf Höss, su esposa Hedwig y sus hijos pequeños viven en una bonita casa rodeados de jardines, y muy próxima a la hermosa campiña polaca, bosque y verdes prados, ríos en los que nadar, pescar y pasear.

La familia Höss es respetada por el vecindario que tiene las mismas ocupaciones que el comandante y que parecen vivir ajenas a la barbarie que se produce en el cercano campo de concentración.

Ninguna imagen de la película nos muestra la muerte, el miedo, la crueldad. Pero el silencio y el humo que sale desde las chimeneas de los hornos crematorios, en medio de un escenario aparentemente bello y pacífico, es sobrecogedor.

El joyero de Hedwig lleno de joyas que no hace falta que nos expliquen de donde han salido, el miedo de esta mujer a tener que dejar su bonita y cómoda casa y volver a la vida en donde era una granjera desconocida sin ningún reconocimiento. El orgullo de todos ellos al pertenecer a esa especie de guardianes y verdugos.

La indiferencia ante la muerte de miles de personas, hombres, mujeres, niños y niñas, el olor constante a carne quemada. El exterminio.

Y los Hóss, orgullosos de haber conseguido subir trepando  a una escala social mucho más respetada que aquella de la que procedían. Se les ve torpes, ignorantes, cobardes, egoístas, groseros y burdos.

Rudolf Höss es un personaje real, fue el comandante del Campo de Concentración y exterminio de Auschwitz desde mayo de 1940 hasta diciembre de 1943, volvió a ocupar ese cargo entre mayo y septiembre de 1944

Fue juzgado y condenado por el Tribunal Nacional Supremo de Polonia y ejecutado en marzo de 1946

Todo lo que cuento podría ahora extrapolarse a lo que los colonos israelíes están haciendo en Palestina.

No han aprendido nada.

Marco es otra película, española y basada en la vida de Enric Marco Batlle, dirigida por Aitor Arregui y Jon Garaño, protagonizada por Eduard Fernández.

La película está basada en hechos reales, una parte de la vida de Enric Marco que fue secretario general de la CNT y presidente de la Amical de Mauthausen de España y supervivientes de otros campos de concentración nazi.

Marco estuvo durante muchos años dando conferencias, charlas y entrevistas en centros educativos en los que narraba su experiencia como prisionero en el campo de concentración Flossenburg, en Alemania.

Desde 1976 ya intercalaba en sus apariciones públicas su experiencia como prisionero del campo de concentración nazi Flossenburg, pero fue en la década de los 90 cuando fue nombrado presidente de la Amical tras presentar documentación falsa que le acreditaba como prisionero del campo de concentración, usurpando la identidad de Enric Moner Castell, que sí fue un prisionero de ese campo de exterminio.

Comienza a destacar por su personalidad narcisista, no buscaba ningún beneficio económico, pero su afán de ser reconocido socialmente por las más altas instituciones era notorio y crecía con el paso del tiempo. En 2001 recibió la Creu de Sant Jordi, máximo galardón que concede la Generalitat de Catalunya.

En 2005, el historiador Benito Bermejo demuestra que Marco nunca fue exiliado republicano y que nunca estuvo en el campo de concentración de Flossenburg. La realidad es que formó parte de una expedición de trabajadores españoles organizada por el franquismo debido a un convenio firmado por Hitler y Franco para colaborar en el esfuerzo bélico alemán.

En mayo de 2005 Marco iba a participar como ponente en un acto organizado en el campo de concentración de Mathausen en recuerdo de las víctimas. Marco era el representante de los supervivientes españoles, pero finalmente se prohibió su intervención en el acto que presidió José Luis Rodríguez Zapatero, presidente del gobierno español.

Marco regresó a España poniendo como excusa que estaba enfermo y convocó una rueda de prensa en la que reafirmó su condición de superviviente del campo de concentración de Flossenburg. En 2007 devolvió la Creu de Sant Jordi al gobierno catalán.

Con el tiempo reconoció que había mentido, pero su excusa fue que era una forma de que se le escuchara y poder dar voz a las verdaderas víctimas. No hubo perdón por su parte hacia las personas que realmente fueron víctimas y supervivientes ni hacia sus familias.

Continuó dando entrevistas en distintos medios de comunicación, contando mentiras sobre su vida y queriendo ser un personaje con notoriedad. Murió a los 101 años.

La realidad de este personaje es que quiso ocupar un lugar que nunca le perteneció para satisfacer su afán de protagonismo, su necesidad de destacar en el panorama social y político.

No tuvo ningún respeto hacia las verdaderas víctimas del horror nazi.

Zona de interés y Marco tiene como nexo común el nazismo alemán, la primera desde dentro, desde la crueldad más extrema y la segunda desde la falta absoluta de empatía y respeto hacia las víctimas, los/as supervivientes y sus familias.

Y siguen sin aprender nada.





miércoles, 26 de febrero de 2025

559.- LA SUSTANCIA



Estoy segura de que la directora y guionista de esta película de terror no imaginaba que se tratara como un ejemplo de lo que el edadismo puede llegar a suponer en las mujeres y hasta donde serían capaces de llegar, porque es completamente absurdo.

Es una película de terror en la que se expone hasta donde llega la protagonista por conservar su juventud y belleza. No se le puede atribuir un activismo contra el edadismo porque, todo lo contrario, lo que hace es potenciarlo. 

Si vamos buscando una explicación al guion, no podemos ir por el camino de la reivindicación social, porque se trata de una película de terror, con su sangre, sus agujas, sus transformaciones monstruosas, la desesperación y la locura. ¿Hay películas de terror que pueden ser reivindicativas? Sí, pero este no es el caso. 

El edadismo no puede combatirse con una película de este tipo en la que se muestra a una mujer capaz de lo más terrorífico y salvaje con tal de mantener su belleza y su éxito laboral. Es como una fábula con su moraleja: "No quieras ser bella más allá de los 50 porque te convertirás en una monstrua".

Y cuidado con esto, porque es un juego macabro, cómo la película.

No todas las mujeres que pasan de los 50 están descontentas con su cuerpo, y algunas de las que sí lo están acuden a los servicios correspondientes que les puedan ayudar a sentirse mejor física y emocionalmente. Porque sentirse bella no es sólo una cuestión física, tiene mucho de mental.

No hay nada malo en someterse a tratamientos que potencien la belleza y reparen los efectos de la edad. Unas mujeres optan por la cirugía y otras por tratamientos menos agresivos. Pero, en cualquier caso, cada una ejerce su libertad y derecho a estar bien, a ser feliz.

Y sí, hay algunas mujeres que han llevado a extremos insanos esos cambios físicos a través de cirugías, pero centrarse en esos casos puntuales, es una forma de culpabilizar a todas las mujeres de querer utilizar un recurso médico para estar mejor consigo mismas.

También es cierto que algunas mujeres no realizan esos cambios o mejoras corporales porque ellas no se encuentren a gusto con su cuerpo, sino porque sienten que debido a su profesión o nivel social serán rechazadas y apartadas por no poseer el aspecto físico que esta sociedad normativizada que cosifica a las mujeres exige. En estos casos no es un deseo de la propia mujer, sino la presión y el acoso social quien obliga a cumplir con esas normas establecidas por el heteropatriarcado.

Yo quiero pensar que Coralie Fargeat quería hacer una película de terror y ya. 
Una película en la que Demi Moore se luciera, en la que dejando atrás el torno de cerámica y el pole dance, fuera adquiriendo a lo largo de la película un aspecto monstruoso y que el público vea que ella de monstrua es una fantástica actriz.

A la industria cinematográfica le gusta dar premios a las/os actrices y actores que interpretan papeles de personas que pertenecen a colectivos marginados y/o vulnerables, y eso se puede observar en muchas películas en las que se ha premiado a sus protagonistas por ello.
En algunos casos muy puntuales los y las protagonistas pertenecen a esos colectivos.
El Regreso, Hijos de un dios menor, Campeones, Forrest Gump...
Todas ellas son una muestra de lo que digo, pero no en todas estas y otras películas sus protagonistas han sido merecedoras de un galardón. Se premia de una forma paternalista/maternalista y no lo que realmente se debe premiar , si son o no unos/as buenos/as actrices y actores.

Quizás los certámenes cinematográficos deberían añadir una nueva categoría de premios para el caso de que se quiera premiar a una película por su compromiso social con diferentes causas y colectivos.

Cómo sigo pensando que Coralie Fargeat sólo quería hacer una película de terror y dar la oportunidad a Demi Moore de ganar algunos premios, estoy segura de que quien sí ha visto una intención de activismo contra el edadismo, no ha caído en la cuenta de que Coralie no habría centrado todo el argumento de la película en la decadencia de esa mujer que decide volverse una adicta salvaje, perdiendo no sólo su belleza, sino su esencia como humana.

Su alter ego, Margaret Qualley, joven, bella y tranquila, con esa calma que la película parece decir al espectador que tiene la juventud, y no la desesperación de la señora de 50 que está desquiciada. Eso es edadismo.



martes, 25 de febrero de 2025

560.- IN THE MOOD FOR LOVE



Película hongkonesa estrenada en 2000. Dirigida por Wong Kar-Wai y con música de Michael Galasso.

La película narra una historia de amor en el Hong Kong de los años 60 y para muchas, me incluyo, está considerada una obra maestra. Cine de culto.

Ya que no creemos en dioses/as, vamos a creer en el arte.

No se trata de una historia de amor imposible, sino más bien, una historia de amor de dos personas cargadas de miedos, convencionalismos, tradiciones de una cultura muy diferente a la actual y con marcadas connotaciones machistas y heteropatriarcales.

La música de Galasso lo llena todo, acompaña sutiles gestos, roces. miradas y en muchos momentos resulta angustioso el ambiente que se crea.

La sensualidad se respira, cómo si ese aroma traspasara la pantalla, y no hay ni una sola escena sexual.

La vi poco después de que se estrenara, y la he vuelto a ver hace unas semanas. Y me he sorprendido extrañamente de cómo viví la película en 2002 y cómo la he vivido ahora. Sé que cuando en el camino te acompaña la reflexión, la inteligencia, la risa y la verdad, todo se ve desde una perspectiva muy diferente. Eso es Cali.

Es una película que hay que ver si valoras el arte. Desde la fotografía, el vestuario, el maquillaje, la peluquería y el decorado. Todo muy contenido, escueto, sobrio, rojo y negro sobre la noche. Un guion escrito por el director que nos da una primera impresión de cierta simplicidad, pero capa a capa descubrimos una complejidad que nos cautiva.

Es cómo una poesía de las buenas, de las que escriben quienes de verdad saben escribir.

Se puede ver en Movistar+

Si la has visto o tienes pensado verla, coméntame tu impresión.

viernes, 14 de febrero de 2025

594.- LA FIESTA PROMETIDA


La fiesta prometida, ha sido el primer libro que he leído este recién estrenado 2025.

Fue un regalo de Navidad y una auténtica sorpresa. Gracias M.

Está dividido en 97 breves relatos que se van hilvanando unos con otros y en los que nos cuenta su vida en una casa a pocas cuadras de la de Frida y Diego, sus travesuras infantiles con amigas que lo siguen siendo aún, su amistad con Suzanne, la que fue novia de Basquiat. Es un no parar de conocer historia de la que no suele estar en los libros.

Jennifer Clement es una escritora nacida en Connecticut (EEUU) en 1960  Después de leer este libro no me atrevería a decir que es estadounidense por su lugar de nacimiento, ya que creció y pasó su adolescencia y primera juventud en Ciudad de México. A los 18 años se traslada a Nueva York para estudiar y regresó a México a final de los años 80.

Tal y como presagia el título del libro, La fiesta prometida, es una parte de la vida de la autora convertida en una fiesta de amistad, de personas que la han acompañado en su vida, algunas físicamente y otras con el recuerdo que le transmitieron quienes estaban a su lado.

Una fiesta de arte, desde la literatura, la pintura, la arquitectura y el cine. 

Clement hace un recorrido por su vida, contándonos recuerdos, anécdotas, curiosidades y mientras nos relata todo ello, nos sumerge en la amistad profunda, el conocimiento cercano o la mera observación distante hacia muchas personas que estaban en el mismo momento y lugar que ella. Algunas de estas personas han formado desde siempre parte de su vida, otras la muerte las alejó y a otras simplemente la vida se las llevó.

Jean Michel Basquiat, Keith Harring, Colette Lumiere, William Burroughs, las descendientes de Diego Rivera y las hermanas de Frida Kahlo, Cortázar, Vargas Llosa, Andy Warhol y tantísimas más.

Las relaciones entre estas personas y la autora son una enorme caja de sorpresas de la que va sacando lo inesperado y espontáneo que ha vivido con todos/as ellos/as.

Hablar de Frida y Diego con la voz del recuerdo de las nietas de Diego y de las sobrinas de Frida, es mágico. Descubrirnos tantos detalles de su convivencia, de su casa, de sus vidas y amistades que en algunos casos son completamente novedosos y nos revela  detalles desconocidos.

La sociedad mexicana de los años 60 y 70 del siglo XX, la noche en Nueva York a finales de los 70 y comienzos de los 80. Los escarceos con las drogas. El desastre social y humano que supuso el SIDA.

La pérdida de tantas personas queridas, el acompañamiento de otras a lo largo de toda la vida, el recuerdo, las risas y los llantos, los duelos y las celebraciones.

Al final, todo ello es la vida y cómo ya dijo Gabriel García Márquez, Vivir  para contarla.

sábado, 8 de febrero de 2025

593.- KARLA SOFÍA GASCÓN



Después de mucho reflexionar sobre todo lo que está ocurriendo alrededor de la actriz Karla Sofía Gascón he decidido que es importante escribir sobre ello, porque los colectivos sin voz necesitan ser visibilizados y protegidos del escarnio público.

Karla Sofía Gascón ganó el premio ex aequo a mejor actriz en el Festival de Cine de Cannes por su papel protagonista en la película Emilia Pérez dirigida por Jacques Audiard.

A partir de entonces la película no ha dejado de recibir críticas (de todo tipo) y nominaciones a otros premios, Critics Choice Awards, Goyas en España que se celebrarán el 8 de febrero en Granada y los Oscar que se entregarán el 2 de marzo en Los Ángeles. En este  último Karla Sofía está nominada como mejor actriz protagonista, y en Granada, la película está nominada cómo mejor película europea.

Poco después de su premio en el Festival de Cannes fue condecorada con la Orden de la Artes y las Letras en Francia. Fue recibida por el ministro de cultura español Ernest Urtasun y felicitada en RRSS por el presidente del gobierno Pedro Sánchez.

Hasta aquí todo parecía ir bien, Karla Sofía participó en diferentes programas de televisión  como parte de la promoción de la película.

El 30 de enero la periodista canadiense Sarah Hagi informa de que Karla Sofía Gascón había publicado, hace al menos cinco años, en su cuenta de Twitter (ahora X), unos tuits con un alto contenido racista, sexista e islamófobo. No es la primera vez que Hagi inicia una campaña de desprestigio contra personas famosas. Esos tuits no tuvieron en su día mayor relevancia ya que sus visualizaciones fueron escasas, posiblemente porque entonces Karla Sofia no tenía la notoriedad que sí tiene actualmente.

Lo primero que debo decir es que he leído esos tuits y efectivamente son racistas, sexistas e islamófobos. No hay ninguna disculpa posible hacia quien escribe de esa manera y con la impunidad que ofrece una red social. Son afirmaciones que nos llevan a pensar que quien los escribe es fascista y que su odio hacia mujeres, personas con físico no normativo, musulmanes/as, personas racializadas, etc., retrata su peligrosa ideología y merece rechazo.

Sobre esto yo no tengo ninguna duda.

Karla Sofía Gascón pidió perdón por lo ocurrido y considero que ese perdón era sentido aunque la propia Hagi no lo consideró suficiente y en muchos medios de comunicación han publicado que la disculpa no es válida.

El director de la película "Emilia Pérez", el francés Jacques Audiard , el resto del elenco y la productora Netflix han silenciado, repudiado, rechazado y criticado a Karla Sofía por esos hechos.  Y han hecho uso de la "Cultura de la Cancelación" , que citando a Ferran Lalueza Bosch, profesor de Ciencias de la Información y Comunicación en la Universitat Oberta de Catalunya, define este fenómeno como "retirar el apoyo a personajes públicos por decir o hacer algo que se considera ofensivo, inadmisible o reprobable. Boicotear la actividad profesional o artística de un personaje célebre como represalia por haber hecho acciones y/o realizar comentarios que socialmente se consideran inapropiados. Pueden ser del todo inapropiados o sólo percibidos así por un determinado colectivo".

La Cultura de la Cancelación choca a menudo con el derecho a la libertad de expresión y puede promover y potenciar el acoso o bullying hacia determinadas personas y colectivos. La impunidad y el anonimato que pueden proporcionar las RRSS son claves en estas situaciones y se escriben y publican opiniones altamente peligrosas, inadmisibles y que sólo pretenden generar odio.

No hay disculpa para ese comportamiento, pero hay que pararse a pensar en cuantos casos similares e incluso más graves han sido silenciados. En España, este país que sigue premiando la figura del pícaro, del que más trampas hace, del que trepa hasta lo más alto pisando cabezas y es especialista en tapar escándalos protagonizados por ricos y nobles.

Recordemos a Plácido Domingo, al rey emérito Juan Carlos I, a Cristina Cifuentes, Esperanza Aguirre, M. Rajoy, los protagonistas de Cuéntame, a Ayuso y las 7291 víctimas, a su novio, y así sin parar.

No justifico el comportamiento de Karla Sofía, y soy plenamente consciente de que ella pertenece a un colectivo especialmente vulnerable y en esas disculpas puede aprovechar esa pertenencia y reflejar cierto victimismo.

Pero también hay que observar la transfobia que ahora de una forma rabiosa, encarnizada y que ha encontrado una justificación, tiene cancha libre para cargar sin tregua y cruelmente contra una persona que forma parte del colectivo de mujeres transexuales y que directamente también cargan contra todo el colectivo.

"El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella". Capítulo 8, versículos 7 y 8 Juan, Nuevo Testamento.

No sólo lo dice Juan en el Nuevo Testamento, lo dice una parte importante de la sociedad, todos y todas merecemos el perdón, por eso existen las cárceles, la reinserción, las nuevas oportunidades, la redención. (Yo no creo que en todos los casos se deba perdonar).

Y no porque Karla Sofía sea una mujer transexual y pertenezca a un colectivo especialmente vulnerable merece más que otra persona esa aceptación del perdón que ha manifestado. No. Lo merece igual que otras personas que han pasado por situaciones similares. Lo que no merece es que por ser una mujer transexual y aprovechando lo ocurrido se la quiera destrozar  a ella y al resto de personas que también pertenecen a ese colectivo.

No romanticemos a las personas ni a los colectivos vulnerables, mala gente hay en todas partes, no todas las personas transexuales, o con discapacidad, o sin techo , son seres de luz, no.  Pertenecer a un colectivo vulnerable no proporciona patente de corso a esas personas.

Las TERF's deben estar celebrando lo ocurrido y retroalimentándose de tanto odio vertido hacia Karla Sofía para extrapolarlo al resto de personas transexuales.

No justifico en absoluto los tuits de Karla Sofía, son deleznables y requieren de la reprobación de los mismos. Pero qué ocurriría si Twitter (ahora X) censurara y prohibiera ese tipo de manifestaciones, pues que no habría tanto/a desgraciado/a sintiéndose impune.

En X, si dices que las personas que pertenecen a los colectivos LGTBIQ+ somos unas enfermas mentales, viciosas, acosadoras o lo que te de la gana, ya no van a censurar esos comentarios, se permiten. Quizás dentro de unos años estos tuits de 2025 aparezcan  y se aplique la Cultura de la Cancelación, se piense que la raíz del problema es el interés de quienes controlan, en este caso X, y desean que estas cosas sigan ocurriendo.

Jacques Audiard dijo no hace demasiado tiempo que el idioma español es una lengua de pobres e inmigrantes. También se equivocó dando ese mensaje de odio.

Hoy Karla Sofía Gascón no estará en la Gala de los Premios Goya y la invisibilizarán y el equipo de la película "Emilia Pérez" actuará como si no existiera.

En Marzo en Los Ángeles, con los Oscar ocurrirá lo mismo, quizás aún peor que en Granada.








viernes, 24 de enero de 2025

592.- HOMBRES QUE BAILAN

Este post debes leerlo con tiempo para que puedas apreciar los vídeos.

Se me ocurrió escribir sobre este tema viendo una escena de la película de Almodóvar Dolor y Gloria en la que Asier Etxeandia baila con la versión de Grace Jones de La vie en rose.


No es habitual que los hombres que no se dedican profesionalmente al baile, se expresen  libremente dejándose llevar por la música, se muevan de una forma extraordinariamente sensual moviendo su cuerpo y transmitiendo un sentimiento de profunda emoción.

Hay escenas que nos han dejado el cine y las series en las que vemos ejemplos gloriosos de estos hombres que de alguna forma se desnudan y nos dejan ver ese extraño y maravilloso abandono, ese dejarse llevar por la música a través del cuerpo.

Esto no solo ocurre en el cine y la televisión; te puedes encontrar lo mismo en la pista de baile de una discoteca, de una boda o incluso, de una forma mucho más espontánea en la calle. Pero como veréis, las pantallas dejan testimonio de todo ello.

Me llama mucho la atención todo esto que cuento porque son pocos, muy pocos los hombres que dejan de lado, olvidan y rechazan esa educación patriarcal y machista en la que no debían llorar y mucho menos bailar de esa forma que explico.

No hablo del baile acompañado por una mujer a la que llevar y que siga sus pasos. No, se trata de bailar solo, de que sea él quien se deje llevar por la música, de que exprese con los movimientos de su cuerpo lo que siente, de que olvide prejuicios, roles y estereotipos.

Ejemplos de esa manera de expresarse podemos ver en la película Joker de 2019, dirigida por Todd Phillips y protagonizada magistralmente por Joaquin Phoenix

Escena del baile en las escaleras hasta el minuto 1:10


 Escena del baile en el baño a partir del minuto 0:32, tremendamente perturbadora.



En la película Love Actually de 2003 dirigida por Richard Curtis  es Hugh Grant quien protagoniza una escena de baile que es interrumpida demasiado pronto.



Napoleon Dynamite es una película de cine más que independiente, casero, se estrenó en 2004 y su director es Jared Hess. Esta escena del baile de Jon Heder con la canción Canned Head de Jamiroquai es una oda a esa estupenda actitud de libertad de pensamiento y de movimiento.



John Travolta no podía faltar, me encanta la escena de la película Pulp Fiction en la que baila con Uma Thurman, pero esa escena no entra en lo que hoy me ocupa.

Travolta interpretando a Tony Manero bailando en aquella discoteca de 1977, dirigida por John Badham.



Y yendo unos años atrás, hasta 1964 nos encontramos con esta escena de la película Zorba el griego dirigida por Michael Cacoyannis en la que Anthony Quinn enseña a bailar a Alan Bates, Zorba y Basil.
Si es difícil que un nombre baile solo, que lo hagan dos heterosexuales juntos, es casi una quimera.


Tobey Maguire en la tercera entrega de Spider Man, estrenada en 2007 y dirigida por Sam Raimi,  sorprende con un baile callejero en el que lo da todo.
Es a partir del minuto 1:50 cuando la cosa va a más, pero en todo el vídeo hay pasitos.



Y ahora una serie, Berlín, precuela de La Casa de Papel y creada por Álex Pina y Esther Martínez Lobato.
El protagonista Pedro Alonso, Berlín y Tristán Ulloa, Damián protagonizan una escena en la que cantan la canción Felicitá que popularizaron hace muchos años Albano y Romina.
Bailan poco, despacio, suave, se miran, se quieren. Complicidad en estado puro.



Y si habéis llegado hasta aquí, gracias. Ya avisé al principio de que este es un post que hay que leer con tiempo para poder apreciar los vídeos.
Si te apetece comenta.










domingo, 19 de enero de 2025

591.- LOS BLOGS SON EL NUEVO PUNK

Muchísimo tiempo sin escribir en mi blog y no por no encontrar el momento ni el espacio, sino más bien por las dudas de si realmente era productivo, si a alguien le interesa lo que yo escribo y si el tiempo que me lleva esta tarea es una buena inversión.

Y no tengo todas estas dudas resueltas, pero me da igual. A la falta de inspiración se le responde con constancia, a las dudas se les responde con amor propio y al tema de las inversiones, pues que más da, mis activos son mi inteligencia, mi inspiración y mi creatividad, y escribiendo sé que propicio que adquieran más valor.

Hace años que escucho y leo que los blogs pasaron a otra vida mejor, pero por más que busco no encuentro un cementerio de blogs, ni un cielo, ni un infierno. Lo blogs que nacieron en la primera década de los 2000 y eran realmente buenos se mantienen y aunque muchas de sus autoras no escriban, sus lectoras los seguimos visitando como referencia de un estilo muy parecido al epistolar y que sigue generando  adeptas.

La inmediatez de Instagram, la estúpida premura de TikTok y la limitada espontaneidad de X , dieron lugar a ese olvido de los blogs. Blogs que sin duda son mucho más personales, cercanos, específicos y genéricos, divertidos, tristes,  irreverentes, profundos y triviales. Los blogs son como la entrega por capítulos de un libro, los episodios de una serie o las entregas semanales de una telenovela. Porque su autora, poco a poco, con la periodicidad que elija va desgranando diferentes temas, dejando al descubierto su esencia, sus sentimientos y pensamiento, su ideología, su humor, su activismo, sus gustos y sus fobias.

Y no, no todos los blogs merecen su lectura ni su continuidad, porque como todo, los hay buenos y malos. Cómo ya he escrito muchas veces, no todas las ideas son respetables y en consecuencia debo decir que no todos los blogs son respetables. Quedan fuera de la respetabilidad y de la bondad, los fascistas, machistas, racistas, xenófobos, lesbófobos, tránsfobos y homofóbos. Y algunos más, por aburridos, bienquedas, faltos de compromiso con causas afines a los derechos humanos, exaltación de la ignorancia y conformismo.

Y por qué vengo yo a escribir hoy de las bondades y beneficios de los supuestos pretéritos blogs, pues porque me da la gana, porque creo que debemos volver a escribir y dar la importancia que merecen nuestras ideas y pensamientos, nuestros conocimientos, reacciones e impresiones.

Leer hace que aprendamos y consigamos conocimientos; escribir hace que generemos teoría y podamos propagarla.

Tengo varias amigas con las que mantengo un vínculo que comenzó a través de nuestros respectivos blogs y a las que animo a que vuelvan al redil blogero, porque la audiencia merece de vuestra creatividad y conocimientos (Ana, Ester, Inés, Marie, Malísima, Hope...).

Escribir es tan gratificante, tan inspirador, tan divertido...

Yo aquí como siempre escribiré sobre lo que me gusta y me apetece. Cine, pintura, Zentangle, amor, política, literatura, gastronomía, series, gente divertida y alguna impresentable.

Espero que me leáis y me contéis vuestras impresiones.

Y hasta muy prontito, porque 2025 tendrá mucho que contar.