lunes, 16 de enero de 2012

54 - EL VALOR DEL SILENCIO



En Bizkaia, el valle de Atxondo, en la falda del monte Amboto, en la puerta de un idílico hotel rural, puede leerse la frase "dónde se escucha el silencio".
Muchas veces no reparamos en la importancia que tiene en nuestra vida el silencio, estamos tan acostumbradas al ruido, a hablar en voz alta, a la música, a la televisión, a los coches, a los gritos, que cuando todo queda en silencio,puede resultarnos incómodo e incluso amenazador.
Pero cuán importante es el silencio, silencio de nuestro pensamiento, dejar descansar nuestra mente y quedarnos en blanco, silenciarnos y dejarnos navegar en la nada.
El silencio de quienes son incapaces de callar, de callar sus voces,  de callar los teclados de su ordenador, de callar sus críticas destructivas, de callar sus malos modos, su ignorancia y su estupidez.
El importante silencio de la vida, eso que alguien ha llamado minuto azul, ese silencio que suena a vida, porque se produce brevemente y nos hace sentir únicas en el universo, solo yo existo durante unos segundos.
La respuesta silenciosa al amor y al desamor, porque no queda nada por decir, porque sobran las palabras y las canciones y todo está de más.
El silencio de la guerra, ese silencio de muerte entre el estruendo de la destrucción, la injusticia y la miseria.
El silencio ante la mentira y la falsedad, ante las poses estudiadas, ante los fuegos fatuos y ante los cantos de sirena.
Por supuesto, y supongo que sobra decirlo que el silencio debe ser voluntario, que no se trata de ejercer la censura contra nadie ni contra nosotras mismas.
Pero el difícil ejercicio del silencio supone coherencia y cordura, buen gusto y saber estar.
Imagínate en el coche, con la radio puesta y de pronto salta la emisora y empieza a sonar una canción de la para mí insufrible e insoportable Rosanna, pues directamente se apaga la radio y nos evitamos unos minutos de tortura a fuego lento.
Imagina ahora un blog de estos que critican a otros blogs y cuya filosofía es despellejar, basándose en un nuevo paradigma sociológico que ellas mismas han inventado, sin plantear hipótesis ni habiendo generado previamente ninguna teoría. Está claro que estas no callarán nunca voluntariamente pero si se las deja solas, revolviéndose en sus malolientes contenedores y ahogándose  en su propia miseria. Silenciarlas con el olvido y la indiferencia y aunque griten, insulten, pataleen, nadie las oye ya.
Quizás se las escuche un poquito ahora, pero yo las silenciaré, que en esta mi casa si tengo censura para ellas, y la ejerzo yo.





9 comentarios:

erre_ele dijo...

Me ha encantado tus varias descripciones del silencio y lo identificada que me siento con algunas de ellas, desde hace un año en muchos aspectos de mi vida el silencio es el protagonista, aunque a veces, y en otros sentidos me gusta disfrutarlo y sobretodo me gusta como tu silencio callaran muchas lenguas. Besos

Mimi dijo...

"Lo más atroz de las cosas malas de la gente mala es el silencio de la gente buena". (Gandhi)

Be dijo...

hola Conchy!!gran post, no quiero escribir muchas más palabras para no estropear este momento tan bueno de silencio.un besazo!!

Sílvia dijo...

Que razón tienes, Conchy¡ Sólo en silencio te encuentras contigo mismo y puedes reflexionar sobre tus actos. A veces te arrepientes, a veces no, pero siempre aprendes ...
Me encanta tu blog. Gracias.

Elena dijo...

Cuánta razón tienes.
Y la de veces, que estando con alguien, sientes que hay que romper el hielo y no darle protagonismo al silencio en ningún momento... Qué tonterías hacemos los humanos.
El silencio es tan necesario.

PD No he podido parar de reir al oir lo de Rosana. Te he imaginado en el coche dándole al botón rápidamente para que no siga, jaja.

Un beso

lola santana dijo...

Hola, yo, que soy bullanguera por naturaleza, aprecio muchísimo los momentos de silencio.
Hace años estuve de excursión en La Caldera de Taburiente, la sensación de paz que sentí ahí en medio del silencio de la naturaleza fue algo que recuerdo como una de mis mejores experiencias.
Saludos y que tengas una buena semana.

Domi.Nica dijo...

Tu post me ha transmitido paz, saber estar, inteligencia y elegancia... Y no hace falta decir más.
Sólo discrepo en lo de Rosanna, a mi que soy una sensiblona natural, me gusta y no se porque empatizo con ella, osea que encima me cae bien.
Un besazo, preciosa y felicidades por esa manera de transmitir.

Conchy P.Vázquez blogpasionporlavida@gmail.com dijo...

Gracias a todas por los comentarios. La inteligencia flota entre nosotras y se instala. Besos y por favor a quien le guste Rosanna que reflexione sobre ello en silencio. Nica, lo siento, pero esa mujer es como una migraña, además fácilmente podría ser la hermana gemela de María del Monte.
Be, a por el Dom Perignon. Preparando la Vendetta, que aquello no quedará impune.

Johanna Acquah dijo...

Me gusta y necesito el silencio, creo que tiene que ver con el hecho de ser hija única y estar acostumbrada a jugar sola, en silencio.
Soy consciente que cuando estoy en silencio es cuando más oigo y atiendo a las voces de mi cabeza, curiosa paradoja. Encantada de conocerte.