jueves, 12 de enero de 2012

52 - MADRUGAR / AMANECER


No es igual madrugar que amanecer, la diferencia es una resaca de muerte, una mañana de promesas de no volver jamás a dejarte llevar y el único deseo de llegar a casa y dormir varios días. A esto me refería con amanecer.
Madrugar ya es otra cosa, no es lo de levantarse temprano para ir a trabajar, eso es una putada obligada y aunque me encanta mi trabajo debo admitir que odio el sonido del despertador.
Pero levantarse temprano como hice el domingo para llevar a C al aeropuerto porque se volvía a Madrid, no era muy agradable porque detesto las despedidas y sabía que voy a echarla muchísimo de menos.
De regreso a las Palmas de Gran Canaria, pensé hacer unas fotos y paré en un par de sitios, están hechas entre las 06:00 y las 07:00 horas y casi todas desde dentro del coche.
Gran diferencia el significado de estas palabras, su sentido y su finalidad.
Me recuerda a la diferencia entre conceptos como ocurrente e inteligente.
La ocurrente por naturaleza se considera simpática, lista y divertida; copia y aunque intenta resultar espontánea y original, no suele conseguirlo. Su fuente de inspiración somos las otras.
La inteligente es  versátil, se queda patidifusa ante los comentarios ocurrentes, diferencia sin problemas entre la pose intensa de la verdadera clase. No hace burla del físico ajeno poco agraciado, pero no puede con lo feo. Parece superficial, pero quiere que la vean así para poder mezclarse y no excluirse.
Está al cabo de la calle en cuanto a tendencias postmodernas relacionadas con temas de género, sociales y artísticas.
Viste bien pero no publicita marcas.
Lee literatura seria (nunca libros de autoayuda), también puede leer el HOLA, no siente ningún pudor al reconocer que disfruta con los realitys o con programas de cotilleo.
El amanecer y la ocurrente dan el mismo horrible y persistente dolor de cabeza que puede llegar hasta la naúsea.
El madrugar y la inteligente dan sensación de aprovechamiento de la vida y del tiempo, de voluntariedad y libertad, si quiero madrugo y si no me quedo tan ricamente en la cama.

8 comentarios:

erre_ele dijo...

Conchy, me encanta tu post de hoy, aún no tengo claro si soy amanecer o madrugar, jejeje. Me ha gustado mucho el simil que has usado, es de muy "madrugar". Por cierto espero que M vuelva rápido. Muchos besos. Salu2!!!

Milena dijo...

Interesante paralelismo entre palabras y conceptos...
Las fotos son preciosas, me encanta la primera, es muy inspiradora... la primera hora de la mañana es especialmente creativa y los cambios y las despedidas también!
Gracias por animarme a `postear´mi receta de lentejas, y ya me contarás como te han salido.
Muchos besos

Anónimo dijo...

Precioso, de verdad, sobre todo profundo y que hace pensar.

Yo he tenido muchas madrugadas y pocos amaneceres, pero bueno poco a poco va saliendo el sol, qué no es poco.

Encantado de visitar tu pequeña casa, y no será la última vez.

Besitos popfilácticos

http://popfilaxis.blogspot.com

Ana dijo...

como te entiendo, mantengo una pelea diaria con el despertador ggrrrr...

Domi.Nica dijo...

Querida cuanta inspiración! Yo tengo un poco de madrugadora y un poco de amanecedora. Y eso es lo bueno ¿No te parece? Ser ponderado, tener un poco de todo y actuar según lo requiera la ocasión. La inteligencia con su punto de ocurrencia y los madrugones con algún amanecer.
Un besazo preciosa.

Anónimo dijo...

¿Has sentido el minuto azul?

Conchy P.Vázquez blogpasionporlavida@gmail.com dijo...

Yo no se que tiene esto del blog, pero estoy feliz.
Gracias erre-ele por tu comentario, siempre tan lindos y agradables.
Milena gracias a tí por las lentejas.
Popfilaxis, gracias por visitarme y por supuesto siempre serás bien recibido. Me ha gustado mucho tu casa.
Mrs. Pott ¿quién inventó el despertador?, habría que ponerlo a vivir debajo de una campana.
Nica, las madrugadas nos dejarán ver muchos amaneceres y nuestra incuestionable inteligencia permitirá que hablemos sin estridencias, dejando huella.
A tí querido anónimo, creo que tú sabes si he sentido el minuto azul, al menos a mi me encantaría que fueras tú el que lo supiera.
Como siempre, y desde el alma y la razón, mil gracias por estar a todos/as. Besos.

Arancha Vázquez dijo...

Qué bonito este post, esas imágenes madrugadoras y sobre todo este texto tan inteligente, que nos demuestra la cantidad de matices que puede tener una única palabra, ¡qué maravilla esto del lenguaje!
Yo recozco que soy de las que madrugan pero porque sí, no por obligaciones de trabajo (básicamente porque mi trabajo no tiene un horario fijo y casi nunca me obliga a levantarme pronto). Me gusta esa sensación de levantarme cuando aún es de noche y aprovechar la mañana, aunque a veces sienta que la pierda "papando moscas" en internet. Y me gusta también esa distinción que has hecho entre las ocurrentes y las inteligentes.
Por cierto, yo no puedo con el Hola ni los programas de cotilleo, pero me encantan los libros de autoayuda! Pero los que son un poco serios, no estos que te dicen "sonríe, sé feliz" y chorradas varias... bueno, supongo que cada uno tenemos nuestros vicios aunque no sean muy inteligentes a veces jaja

1 beso!