lunes, 27 de agosto de 2018

439.- LA VERDAD OS HARÁ LIBRES.


"...y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres." Evangelio de Juan 8:31-38

Antes de comenzar, quiero aclarar que soy atea. Y soy atea porque en mi infancia y adolescencia conocí muy de cerca y bien a la iglesia católica y en mi juventud y ya como adulta seguí bastante cerca de ella, para concretar, muy próxima al Opus Dei. Y no digo más. 

Tengo argumentos suficientes, tantos que incluso me sobran, para ser atea.

Sin embargo, y por respeto a amigas y conocidas que me leen y a las que aprecio mucho, les pido disculpas a ellas si en algún momento pueden sentirse ofendidas. Ya que yo a ellas las respeto mucho.

En mi memoria se acumulan frases que cuando las pienso y consulto, resulta que son restos y secuelas de aquella educación católica. Pero tengo que decir, que aunque rechazo todo aquello, en la Biblia hay frases que muchas veces, la mayoría, sacadas de contexto llegan a tener un significado útil.

Cuando se dice que el apóstol Juan habló sobre la importancia de la verdad, a mi me recuerda a discursos marxistas, socialistas, o cuando menos a una izquierda política auténtica de hace 30 años. La izquierda que odiaba mi padre y que afortunadamente yo quise conocer. Porque mi padre, al igual que la iglesia católica, no es de fiar.

Y esto de conocer la verdad para ser libres, es verdad, una verdad tan grande que da igual que la haya dicho Juan, Maricarmen o Xiomara del Pino.

Mentiras se dicen a diario, si tuvieran volumen y ocuparan espacio, laTierra ya no sería Tierra, sería Mentira. 



Muchas veces sabemos que nos están mintiendo a la cara y por no violentarnos, por no molestarnos, por vergüenza propia o ajena, o simplemente porque nos importa una mierda, callamos. Y callar aumenta la ocupación de la mentira y nos resta libertad. 

Poco a poco y casi de forma imperceptible comienza nuestra  contribución a engordar, a alimentar la mentira. Y la mentira se nutre de libertad.

Llegar a la verdad de las cosas, de los temas, de las historias, de la vida, es complicado e incómodo. Pero es la única forma de justicia que existe.

Conocer la verdad y así poder hablar, así opinar con conocimiento, y no a lo loco y por inercia, o por simpatía o por antipatía.



Las cosas importantes no ocurren por ciencia infusa o por casualidad. Las reacciones de las personas, sus actos, sus palabras, siempre son consecuencia de los actos y palabras de otras personas.

Saber qué ocurrió para que otra cosa ocurra, es primordial para poder opinar y decantarse por alguna de las posturas que se generan.

Hay una verdad, hay una mentira. Y si, ya sé eso de "no hay verdad absoluta". Pero sí hay datos objetivos, y si te caes por una escalera y te rompes una pierna, no hay más vuelta que darle, por mucho que alguien pueda empeñarse en decir que intentaba levantar el vuelo cuando Belcebú le puso una zancadilla.

En serio. Hay que buscar siempre la verdad, sobre todo cuando hay más de una versión. Eso nos hará ser más justas y la justicia nos lleva a la libertad.

Así que cuando dudemos de algo, cuando nos cuenten algo que parece inverosímil, o al menos confuso. Preguntemos, indaguemos, y puede que así encontremos la verdad y seremos justas. Y libres.

Dejemos de ser esclavas de una construcción insana que se desmorona. Recordemos todo lo vivido. Nuestra memoria debe ser un tatuaje, y como tal, imborrable. 

Mentir sobre alguien para intentar destruir o menoscabar su imagen, es mezquino, malvado y torpe. La verdad puede ocultarse a quien no la conoce, pero quien la conoce, en algún momento la revelará. Manipular la verdad y acusar de malvadas a quienes ejercen el derecho legítimo de dar a conocer esa verdad, es maquiavélico.

Seamos libres.







3 comentarios:

Esther dijo...

En este momento frase y reflexión me llegan especialmente, así que garcias por compartir tus pensamientos por estos lares.

Conchy P.Vázquez blogpasionporlavida@gmail.com dijo...

Gracias a ti Esther, por leer y comentar. 😘

Suzanne Taverà dijo...

Hola Conchi. Te echo de menos en Barcelona. Y te entiendo. Pero no te preocupes, la verdad es una en este caso y muy clara. No se trata de buenas y malas, sino de lo que es justo.
Besos y abrazos. Vuelve pronto.