El hierro es un metal que no suele estar presente en nuestro pensamiento ni en nuestro imaginario cotidiano.
El hierro es un metal que está muy presente en nuestra vida, en lo cotidiano, es omnipresente.
Edificios, puentes, carreteras, coches, ferrocarriles, casas, parques. Cualquier tipo de construcción.
Todas llevan hierro en su interior, es lo que fija el hormigón, y permite que se sostengan.
Conozco este material hace tantísimos años. Treinta y cuatro años de atados de varillas de doce metros, de hierro corrugado para la ferralla, que después se utiliza en la construcción.
El hierro es, las tripas de cualquier construcción.
Dicho así, se diría que no tiene esto ningún encanto.
Pues nada que ver.
Muchas sesiones de fotografías de moda se hacen en talleres de ferralla y almacenes de hierro.
Y desde hace unos pocos años, comienza a utilizarse el hierro en varillas, corrugado, para la elaboración de muebles, que les otorga un carácter industrial y acogedor, cuando se mezcla con maderas recicladas.
Fuerte, resistente, y aunque la oxidación esté presente, cuando queda en el interior de las construcciones, invisible, esa oxidación se detiene y las mantiene inamovibles.
El hierro es como tú, y aunque ya no podamos verte, sigues manteniéndonos fuertes, firmes y unidos. Porque te llevamos dentro.
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